sábado, 27 de octubre de 2007

La pacia de las gralabras

Imitando a mi buen amigo Amart, que con sus divertidos y aleccionadores ¿Cómo dice…? nos alegra la existencia de cuando en cuando, y transitando un poco la periferia de la literatura que me gusta llamar insólita, me gustaría recordar varios lances lingüísticos con los que me he reído durante mucho tiempo.

Cierta vez, mi añorado amigo José Antonio, al que perdí porque se lo llevó una mujer que lo quería para ella sola, soltó sin querer una expresión bien simpática: el panto de los cájaros. Al decirla siguió hablando sin notar el error, y sólo cuando yo empecé a morirme de risa él se paró y preguntó qué es lo que había dicho tan gracioso. Le repetí la frase, y desde entonces la misma pasó a forma parte de nuestra amistad, pero unida indisolublemente a otra que se me escapó a mí pocos minutos después de haberme muerto de risa: Julieo y Rometa.

Si este tipo de error tiene un nombre asignado, no lo conozco, porque falté a clase el día que explicaron estas cosas, pero el propio lenguaje a veces puede conducirnos a lugares increíbles, y eso se demuestra en infinidad de actividades que existen para jugar con él. Aunque están diseñadas para la infancia, todos podemos pasarlo bien con estos juegos, y es que recuérdese que un niño, por definición, es simplemente una persona que aún tiene capacidad de jugar. Julieo y Rometa podrían ser dos personajes fabulosos para construir una historia, en la que, por ejemplo, Capuletos y Montescos luchan porque estos dos insensatos se casen, pero ellos se niegan, porque a Julieo le gusta su vecina del cuarto, y a Rometa un profesor de cálculo diferencial, muy jovencito y tímido. Por poner por caso…

Además de esta mezcla curiosa de palabras, también resultan muy curiosas las mezclas de frases. Y así, no puedo dejar de recordar con una sonrisa a Ángel, un nervioso compañero en unas jornadas de no me acuerdo bien qué, cuyo verbo atropellado y florido lo traicionaba a veces con joyas como: “¡Ahí está el quid del cordero!”. Y qué decir del bueno de Don José, que en una obra que ojalá el futuro nos permita ver publicada, dijo aquello de “No amarás a la mujer del prójimo como a ti mismo”. Bueno, acabo este fugaz recorrido por los tirabuzones de nuestro lenguaje con algunas de las perlas que fui recolectando en todos estos años de trabajo en la Administración:

"Perdón, he olvidado un olvido."

"Esos que rompen las vallas son unos vandálicos".

"Yo estoy en contra, mi opinión en ese tema es contraproducente" [y no se equivocaba, lo juro].

"Esto que estáis hablando viene a colofón de…".

"¡Acordarse que estáis todos bajo mi jurisprudencia!"

18 comentarios:

Jorgewic dijo...

En efecto, algunos deslices son muy divertidos y "significativos"..., porque llegan a mejorar incluso el original. A mi me pasa con palabras extrajeras mucho, que como soy duro de oído y nunca las escucho a nadie (entre otras cosas también porque nadie las dice), pues me salen como me salen por esta boquita.

Recuerdo que estuve muchos años diciendo "siluleta" en lugar de "silueta", pero es que hasta que no perdí una apuesta no miré en el diccionario cómo era: siempre había leído "siluleta", por éstas que son cruces.

Un abrazo, chato. (Por cierto, los dos elfos de la foto son tus chavales, supongo, doctor Livingstone: no te los cambiaron en la cuna, no, no).

Sir John More dijo...

Hasta hace nada, amigo Stanley, anduve yo diciendo absorver, y es que, sin lugar a dudas (porque yo por definición no cometo faltas de hortografía), tengo una forma de absorber en la que a la vez absuelvo, probablemente por algún don divino especial. Si eso debe pasar mucho: te tomas una horchata con pajita y a todos los que te rodean se les perdonan sus pecados...

Y sí, los dos elfos son míos... bueno, cada vez más de ellos mismos. El elfo de la derecha va ya camino de sacarme una cuarta de altura... Abrazos, Jorge.

Tawaki dijo...

Ja, ja, muy bueno. Una amiga farmacéutica puede contar unas cuantas. Hay una señora que cada vez que le duele la garganta al hablar le pide un jarabe para la carrapancia.

Un abrazo,

amart dijo...

¡Bienvenido al club, amigo Sir John! Supongo que no hará falta jurarte que me he dvertido de lo lindo con tu entrada. Perlas verdaderamente jugosas. Adelante, amigo, cómo me gusta que el temita vaya cuajando.
Un regalito. Oído en TV: "Las cuerpas y fuerzos de seguridad del Estado".
Un abrazoso cariño..., digo, un caribrazo añoso..., bueno, joder, lo que sea.

e-catarsis dijo...

Pues yo mi querido amigo cuando voy rápida y suelo ir rápida la palabra sintonizar -he tenido que pensar no creas- no me sale y sin embargo sintocinar si ¿qué te parece?, supongo que en algún momento en nuestro cerebro se fija la palabreja en cuestión de una deterrminada manera y poco puedes hacer salvo... sonreir o pensar un poco, vamos como cuando me cambian el sentiddo de la circulación en calles por las que llevo circulando y mirando sólo hacia un lado toda la vida...un conflicto ya te digo, esto de automatizar palabras o miraditas yo sé que al final me traerá un disguso
;-)
Un beso Sir

Lula Fortune dijo...

Lo peor de todo es cuando te acostumbras a decir de coña esas cosas y las sueltas con toda naturalidad delante de alguien que se queda a cuadros ante tu "falta de ignorancia":
-me es inverosimil
-tengo que amortiguar el préstamo
-estoy entre la espalda y la pared
- no te creas que todo el monte es orgasmo
Y así hasta el infinito y más allá.
Besos deliciosamente erróneos.

Anónimo dijo...

Buenas noches.
Primero, me encanta la cara divertida de tus hijos, es bonito verles reir así.

A veces nos traicionan las palabras y también la vista.

Hace años abrieron un local con un gran cartel donde ponía AGENCIA FUNERARIA, meses llevaba pasando y leyendo el cartelito, un día me di cuenta que ponía AGENCIA FINANCIERA...me entró la risa.

Saludos.

Anónimo dijo...

Vienen bien estas entradas, Sir John. Echarse unas risas con esto de las equivocaciones del lenguaje es antiguo pero sigue siendo igual de divertido. Permíteme, sin embargo, que extraiga de tu entrada algo que me llamó poderosamente la atención. Esa referencia a un amigo del alma que perdiste porque una mujer lo quería sólo para él. Qué bien lo resumiste. Doy fe de que yo también perdí así a otro amigo. Al mejor amigo de mi infancia. De repente me lo recordaste.
Un abrazo.

Sir John More dijo...

Saludos a tutti frutti, y agradecido por vuestras aportaciones al tema. Fue anoche cuando escuché la última perla del amigo Valdano: hablando de la primera oportunidad que tuvo el ya empalagoso Raúl en el Real Madrid, oportunidad que le concedió él, como entrenador del equipo en aquellos momentos, y haciéndolo salir al campo en lugar de Butragueño. Pues suelta este prosista de pelotas que para Raúl fue muy difícil el debut, porque salió para suplantar a Butragueño...

Por cierto, Luna, ten cuidadito el día que se te ocurra morirte, a ver si encima del disgusto te van a endosar una hipoteca...

Y sí, Diarios, la vida tiene estas cosas... A esta mujer casi le dejé de hablar al decirme que James Joyce escribía tonterías, y que el Quijote era un libro aburrido. Vamos, que podría haberme escupido mejor... Luego lo hizo, indirectamente, pero lo hizo. Eso sí, como en la infidelidad, ella no tuvo ninguna culpa en que nuestra amistad se fuera al garete. La responsabilidad fue toda de mi amigo. Pero así es la vida...

Besos y abrazos a todos.

Anónimo dijo...

aquí podría incluir aquella frase o loqueseaquesea (un dicho, de hecho) que camarón que se duerme... amanece en cokctail ¿se escribe así?


yo estaba dormida, dormidísima... disculpe ud a esta camaroncilla que lo ha tenido muy olvidado.

Raquel dijo...

muy bueno!
y estaba pensando yo con la cabeza que...
(te aseguro que eso se lo escuché a alguien)

leo dijo...

Jajajajajaja.
Yo tengo un amigo con quien llegué a la conclusión que lo más difícil de todo era mantener la castinencia.
Besos y gracias por las risas.

Anónimo dijo...

¡Ah! Qué ricos tus niños. Qué sonrisas más preciosas, más limpias.

Sir John More dijo...

Ay, Roxana, se te echó mucho de menos. Deberás aplicarte la frase de ese anuncio: "Duerme cuando mueras". Pues eso, no nos castigues con tu sueño, y déjate ver... Un beso muy despierto.

Y andaba yo pensando con la cabeza que la castinencia debe doler, y mucho... Mis queridas Raquel y Leo, también se puede crear lenguaje con estos errores. Una amiga a la que quiero mucho usó cierto día la palabra "minuencia", que es un híbrido entre menudencia y minucia. Y a mí me gustó...

Sí, los enanos están ahí muy lindos, casi representando el juego (sus disfraces improvisados), el viaje (el mapa de carreteras) y el sueño infinito (el libro de los tamaños de las cosas). Ahora ya van camino de ser dos adolescentes muy adolescentes, aunque de vez en cuando sacan esa misma risa y nos alegramos tanto... Besos mil.

FPC dijo...

Me sumo tarde, tardísimo, pero es que ando liado, liadísimo. Me has hecho recordar un desliz de la conocida María Escario que, en un comentario apostilla de los que le gustarían a amart, dijo en el telediario: "muchacha y sus kubalos": seguramente por eso el ya olvidado Laszlo perdió más de lo que ganó con aquella selección. Ni recuerdo quién jugaba en ella: pero no debería ser difícil averiguarlo. Sólo una: muchacha.
Un abrazo.

Sir John More dijo...

Pues ya tiene años la muchach... digo, María Escario, ¿no? Porque Kubala fue entrenador de la selección cuando yo pequeñito, y eso hace tanto, tantísimo tiempo que ocurrió... :-) De todos modos, a los que andan todo el día con el micrófono habría que perdonarles estos deslices, la verdad, porque al más pintado se le escapan. Diferente caso es el del redicho (Valdano vale como ejemplo), ese que, para quedar como un listo, rebusca en el diccionario y al final usa palabrejas inadecuadas. Abrazos, amigo.

Anónimo dijo...

A mi niño de 8 años cuando estaba aprendiendo a tocar el pandero le enseñaron en la misma clase los ritmos del tango y la samba. Al salir estaba sonriéndose y le preguntamos de qué se reía.
- Es que al salir, XX (una compañera de clase) me ha preguntado
-A tí qué te ha gustado más, ¿el sambo o la tanga?

Sir John More dijo...

Estos niños, Eider. Te doy mi más cálida bienvenida a este rincón, y espero que no tardes en volver. Un saludo.