Entre sesenta y setenta años separan a estas dos fotos. La chiquilla de la izquierda es tía abuela de la de la derecha. La primera murió con nueve años, hace mucho, mucho tiempo. La segunda vive y con su gracia va esparciendo luz por este mundo. Pero ambas, mi desconocida tía Mercedes y mi sobrina Paula, poseen la misma mirada intensa. Diríase que en esa mirada se muestra velado el mismísimo misterio de la existencia...