martes, 21 de agosto de 2007

LOS PLANETAS DE HOLST. Teatro para niños (II)

Acto 2º. VENUS, LA DIOSA DE LA PAZ



Aparece Venus encogida, acurrucada en el centro del escenario, y con la música empieza a desperezarse. Luce blanca, con un vestido hecho de jirones de gasa brillante. La escena se ilumina tenuemente con su luz. En la escena van apareciendo árboles y plantas en los que Venus, danzando, comienza a engarzar flores, y luego, apuntando hacia las ramas, hace que los pájaros comiencen a cantar.

Más tarde la escena cambia, los árboles se retiran y comienza a iluminarse el mar (telas azules que ondulan graciosamente desde los laterales), y tras el horizonte va alzándose el astro rey. La orilla del mar se empieza a llenar de gente que pasea, con trajes de baño de época y sombrillas, paseantes entre los que Venus, apagada por el brillo del sol, corre intentando sin éxito llamar su atención. Nadie atiende a su solicitud. Al fin, la luz se torna de un amarillo más oscuro y cremoso, y la gente comienza a recoger sus chismes y a marcharse.


Venus queda de nuevo sola, atenuada y melancólica. El mar se desvanece y aunque aún es de día aparecen lago oscuro rodeado de rocas desnudas, sin vegetación. Venus se sienta sobre una roca y mira de vez en cuando hacia lo alto, hacia las cimas. Atardece. Se siente inundada de una serenidad triste, de la pura sensación de soledad, como si la muerte del día fuese la suya propia. Algunos picos se encienden levemente con la luz indecisa del atardecer. Venus comienza, con la tarde, a acurrucarse de nuevo, y a brillar gradualmente mientras la escena se oscurece.

3 comentarios:

Raquel dijo...

Hace varios años, en una de las aventuras musicales de nuestra EVE, una de las músicas que utilizamos para esa aventura fue la de Los Planetas. Ahora, al leer esto tuyo, vuelve con toda su fuerza aquel viaje musical. Este tuyo que acabas de contar, me ha fascinado.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Buenas tardes, sir.
Es la primera vez que opino aunque leo tus escritos.
Es dificil convencer cuando queremos alejar la risa, es más fácil esconderse que luchar, es más fácil morir que vivir...
nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos..
Saludos

Sir John More dijo...

Mi querida Raquel, no necesito darte permiso alguno para que uses esta idea como quieras. Hace ya tiempo que, desgraciadamente, no trabajo con enanos, así que si tú tienes oportunidad... Piensa que estos textos no dejan de ser eso, una idea y un boceto de la actividad, a la que podríais hacer todos los cambios necesarios. Prometo comprar una entrada para el estreno... ;-) Un beso.

Hola, Luna, con este nombre sé bienvenida doblemente. No estoy demasiado convencido de lo que dices: tal vez nos mimemos demasiado a nosotros mismos, nos tengamos demasiado en cuenta, nos demos demasiada importancia. Si fuéramos más conscientes de lo poquita cosa que somos, quizás podríamos disfrutar con más naturalidad de lo que somos. Por eso me gusta tanto leer a Cioran, porque, aparentemente un pesimista, este hombre desnuda al ser humano, descubre todas sus miserias, y luego trufa sus análisis de emociones limpias y conmovedoras, además en un lenguaje que lo convierte en uno de los mejores escritores que conozco. Nos muestra que lo más fácil no es morir, sino dejarse llevar por un mundo inevitablemente miserable en el que crecen, de cuando en cuando, algunas rarezas asombrosas. Me alegra saber que lees estas divagaciones, y ojalá te podamos leer con más frecuencia. Un beso.