jueves, 2 de agosto de 2007

El bueno de Will Hunting


No dan una a derechas en la traducción de los títulos cinematográficos. Esta noche vi por enésima vez, y con una emoción creciente, Good Will Hunting, que aquí en España se llamó El indomable Will Hunting. Bueno, reconozco que tampoco es tan importante esto de los títulos. Incluso con la pavada esta de la indomabilidad, la película acaba siendo una maravilla, redonda, justa, rebosante de matices, con unas actuaciones geniales de Matt Damon, Robin Williams, Ben Affleck y Stellan Skarsgård, y en general de todos los actores de esta fascinante película. La dirección de Gus van Sant no puede ser más elegante, pero lo más asombroso de esta cinta, a mi parecer, es el guión, un inteligente y seductor guión que fabrican Damon y Affleck, cada uno con veinte y pocos años. Y encima ha pasado la prueba del algodón, porque mi hijo Adrián, el cinéfilo vicioso de trece años, no se movió durante las dos horas de película. Al final, cuando con los créditos ha comenzado a sonar la deliciosa Miss Misery (del malogrado Elliott Smith), me he vuelto y le he dicho: “Qué, pedazo de película, ¿eh?”. Él, sin dudarlo, aparcando un momento sus complejos freudianos que lo impulsan a matar a su padre (a disgustos y a contestaciones), ha respondido con un gesto afirmativo. Y yo me he sentido aún mejor de que él haya disfrutado con esta historia llena de valores éticos y artísticos.

9 comentarios:

Raquel dijo...

Es bueno saberlo. Gracias por el dato

Anónimo dijo...

Jajajaja, me ha hecho mucha gracia lo de tu hijo. En fin, a lo que iba: Además la banda sonora es excelente. Desde luego es una película muy redondita. A mí me dieron ganas de aprender matemáticas y todo...
Esta vez estamos de acuerdo, eh?
Un abrazo

montt dijo...

En general me hacen gracia la traducciones de los títulos, pero hay películas específicas, como ésta, en que el juego de palabras es excelente y no se puede traducir.

Saludos

Sir John More dijo...

De nada, Raquel. Un placer.

Pues nada, Leo, creo que deberías embarcarte en la aventura de leer el libro que te recomendé, y que recuerdo para la audiencia: Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle, de Douglas R. Hofstadter, en el que viajarás no sólo por las matemáticas, sino por la música, la biología, la filosofía (occidental y oriental), la informática... Fantástico, te lo aseguro, y muy divertido. Y claro, si en el fondo me da que estamos más que de acuerdo en casi todo...

Bienvenido a mi cuaderno, Alberto, y un honor. Por lo que dices, creo que deberían haber dejado el título en inglés, pero si querían dejar el nombre del protagonista en inglés (obviando gran parte del juego), al menos podían haber evitado esa palabra, indomable, que el mismo Will hubiera rechazado de plano.

Besos y abrazos para repartir.

Anónimo dijo...

Mil gracias por su delicada visita, Sir; entre otras cosas, porque me ha dado acceso a su personal bitácora, y estoy encantada con lo que leo. Creo que le añadiré a mis Imperdibles (lo que usted llama Gente Interesante). Un beso y un abrazo. You welcome.

Sir John More dijo...

Bienvenida correspondida, Ana. Es un honor convertirme en uno de sus imperdibles, en serio, y un placer de los grandes que le hayan gustado mis desvaríos. La próxima prepararé café. No falte...

Besos.

Anónimo dijo...

Dejé un comentario muy largo en su entrada sobre Spielberg, con la que me mostraba más que acorde. Desgraciadamente, Explorer decidió dejarme sin palabras cuando estaba guardándose el comentario y me sentí incapaz de repetir la hazaña... De modo que ese café será muy bienvenido. Hasta pronto, Sir.

. dijo...

Es que yo escuchando "Riviera Paradise" no puedo ser objetivo. Todo me parece bien así.


saludos

Sir John More dijo...

Ana, leyendo las cartas de Cortázar (emocionante, profundamente emocionante) me noto asaltado por lo mágico, por la coincidencia autónoma, por las conexiones inesperadas. Así pues, hago prácticas e imagino el comentario disuelto en los microchips, y vale lo mismo y se agradece igual. Un beso y un café por lo pronto virtual.

Saludos, Bluesman. Sí, con Stevie no se puede ser objetivo. Creo que si hubiera nacido mujer sería el hombre de mis sueños, sin duda. Ver un concierto de él y volar, la misma cosa. Aunque, oye, Tad Benoit suena realmente bien. Vaya, tendré que pasar más seguido por el Blues-Blues... Un abrazo.