miércoles, 5 de agosto de 2009

Agosto

Cuenta un chiste, sólo aparentemente machista, de un pobre hombre que naufragó en una isla desierta. Sufría con la sed y la soledad, y echaba de menos tantas cosas... De pronto, mientras el náufrago vigilaba el horizonte azul con los ojos entornados por el sol y la sal, una figura comenzó a surgir de entre las olas, y a acercarse a la playa. Cerrando aún más los ojos consiguió divisar las formas perfectas de una mujer despampanante, vestida apenas con un bikini negro y bien atrevido. La mujer, cuando ya el agua le llegaba por las rodillas, se metió la mano en la parte derecha del sostén y del seno derecho sacó un botellín de Cruzcampo cuya frescura se podía apreciar desde lejos. El hombre se relamió, mojando sus labios resecos sobre todo con la imaginación. Inmediatamente, y sin dejar de andar, la mujer metió su mano en la parte izquierda del sostén y sacó un inmaculado paquete de Winston. Gotas de sudor comenzaron a caer por la sien del náufrago, atento a los movimientos sensuales e insinuantes de la chica. Entonces, la mujer metió su mano en las braguitas del bikini, y en ese momento el náufrago pensó extasiado: “Uy como saque el Marca, uy como saque el Marca...”.

No sé por qué me acuerdo de este chiste (que no sé si habré contado ya en el blog), pero es que en estos días pasea uno por Sevilla con una calor de mil demonios, sí, pero las calles están prácticamente vacías, el ruido ha desaparecido de las avenidas, escasean agradablemente los coches, los carriles-bici se han vaciado de suicidas y torpes y las aceras de peatones movidos por la prisa y el cabreo. Y uno entonces no puede más que decir: “Uy como bajen las temperaturas, uy como bajen las temperaturas...”. Así que, repitan todos conmigo:

Agosto en Sevilla es una maravilla.

11 comentarios:

Luis López dijo...

Menos mal qu no saco un tampax. :-)

Sir John More dijo...

Lo cierto, Luis, es que no sabemos qué sacaría la muchachita... Yo, puestos a pedir, hubiera deseado que sacara un barco, porque luego de leer el marca, tomándote el botellín y fumándote el paquete de tabaco, e incluso luego de conversar un rato con la muchacha, con la profundidad que fuere, ¿qué más se podía hacer en la isla? :-). Un abrazo de náufrago.

Sandro dijo...

Si trajo un barco en el chichi supongo que tendra una conversacion muy profunda, y que el barco seria un bacaladero...
Pero yo tengo claro lo que se sacaria del bikini, no podria ser otra cosa que: UN ABRIDOR y UN MECHERO.

Anónimo dijo...

ayyyyy.....pues en Madrid,el ruido es tremendo, y gracias a nuestro Alcalde hay que ponerse botas de montaña para pasear por las aceras, y si llevas unos prismáticos mejor y así subirte a un montículo de tubos o tierra, y otear primero por dónde narices está el caminito hoy para poder cruzar a la otra acera y vuelta a empezar

leo dijo...

Pues yo me he reído con el chiste, jeje, y coincido con la teoría del mechero y el abridor.
Un beso, Sir.

Sir John More dijo...

Ah, Sandro, hombre de poca fe, uno no se detiene en esas minucias estando en juego semejante plantel de tesoros. Los botellines se abren con los ojos (lojojos, que solemos decir por aquí) y el tabaco lo enciendes con el fuego de las pupilas de la muchacha. Venga, vale, en vez de un barco ponle un yate con tres mil millones de euros en una cuenta... No serías tú el del chiste, ¿no?

Pues yo, Anónimo/a que he visitado Madrid algún verano, pensaba que iba a ser parecido a esto, pero no, parece que el afán reformador de Don Alberto es mayor que el de Don Alfredo. No sé, tal vez sea que Don Alfredo distribuye todas las tonterías que hace durante el año: está dando la lata toooodo el año, y curiosamente, en cuanto acaban una obra y cierran todo, los lugares suelen quedar peor que antes. ¿Vísteis las setas que anda haciendo en la Encarnación? ¡Geniales!

Besitos, Leo, ya te suponía yo a ti de la cuerda de Sandro. Dos perdidos de la droga y el rockanrol... Bueno, vale, y del sexo, pero eso no lo he dicho yo, ¿eh?, que conste...

Sandro dijo...

Yo es que soy muy tradicional...
Besitos a todos
Leo muy guapo tu blog...

sara dijo...

Pues sí a don Alberto le ha dado la fiebre olímpica y nos tiene fritos entre pitos y flautas.
Don Juanmarovich la anónima era yo, que soy un poquillo novata .
Me gusta tu blog. Me tiene un poquillo enganchada y me está ayudando a ponerme al día contigo.
Un besito

Sir John More dijo...

Dejadme que me emocione... Ay, Sara por estos lares... La vida a veces sabe cerrar los círculos y hacerlos redonditos, redonditos. Un beso, amiga mía, y bienvenida a este barullo de palabras.

Beatriz Montero dijo...

Jejeje. Muy bueno el chiste, no lo conocía. Yo quiero pensar que sacó un barca hinchable. En cuanto al calor, hace años, se me derritían literalmente la suelas de goma de las chancletas en el asfalto de Madrid a eso de las 3 de la tarde. Ahora en Tenerife el calor viene con brisa. Saludos.

Sir John More dijo...

Pues mira, Bea, hemos dado tiempo a que medio se cumpla mi deseo, porque anteayer noche tuvimos frío en Sevilla, y la temperatura ha bajado lo suficiente como para no andar siempre con la coletilla: "¡Qué calor! ¡Dios mío, qué calor!". Oye, por cierto, compartes cartel en el Festival de Narración Oral con un tal Antonio Fumero... Pero no puede ser el Antonio Fumero que yo conozco, polifacético y renacentista petardo con un complejo corazón de oro... No, también los cuentos no los puede dominar... Y también por cierto, en 1997 hice un viaje a Escocia con Adrián, mi hijo mayor, cuando contaba sólo con la bonita edad de tres años y medio, él y yo solitos. Estuve diez días contándole (e inventándole) cuentos. Era subirse al coche, y cuento, Papá, cuento... Luego, la verdad, lo único que se me quedó de aquella experiencia narrativa fue que a veces largo unos cuentos... :-) Un beso.