lunes, 18 de junio de 2007

Información comprometida

Estos amigos de La Sexta se superan cada día. Veo la televisión no sé si mucho o poco, pero llevo años poniéndome ante ella cada vez menos, y a este ritmo creo que no pasará demasiado tiempo antes de que me olvide definitivamente de ella, porque su degradación se torna más y más insoportable. Y en esta carrera indecente La Sexta ha venido a aportar sangre fresca, sangre fresca para, con una falta de principios descomunal, inventar nuevas tretas en el objetivo de convertir a las personas en consumidores.

Pero nunca pensé que la desfachatez de Don Emilio Aragón y su equipo llegaría a estos niveles. Por lo visto, este buen hombre olvidó ya la trayectoria de su familia, sus inicios de payaso mudo, las sonrisas de tantos niños que nos partíamos por la mitad riéndole a su padre y a su tío esos sencillos y feraces juegos de palabras. Ahora, el desecho de Milikito inventa un anuncio sobre su Información comprometida, en el que se nos muestran víctimas de las guerras, niños y niñas con rostro de miedo, y otros jóvenes jugando con armas de mentira a videojuegos crueles; y con aire moderno se nos habla de injusticia, de violencia virtual, de paz posible. Justo a continuación anuncian la película, una más de ésas que elabora como churros la factoría estadounidense, y que son puro producto para aburridos. En ninguna de las imágenes del anuncio falta un arma, y los actores, más que técnicas interpretativas, necesitan conocimientos militares para desempeñar bien su papel.

La hipocresía de esta gentuza me provoca asco, pero a ellos les importa poco mi asco o el de otros muchos. Ellos no transitan estos niveles de la ética, ni siquiera los de la estética, se quedan sólo en los de la cuota de audiencia y los beneficios. Menos mal que, salvo en ocasionales desgracias, quienes pagan toda esta basura son esos desgraciados del quinto mundo…

2 comentarios:

uminuscula dijo...

Ah, yo todavía no me entero ni de las nuevas, la Cuatro y la Sexta, ¿hay más?, ni tengo tdt, ni me interesa...

A veces me engancho a algo, pero es complicado, porque me emociono en ocasiones hasta con los anuncios...

Y puestos a llorar, y a reír, prefiero hacerlo con otras manifestaciones uhm, ¿artísticas? whatever

;)


Abrazo!

Sir John More dijo...

Justo ahora es la mejor opción, buscar otras fuentes de emoción. Ni siquiera las películas, cuando ocasionalmente son visibles, son pasadas con respeto, y cada cuarto de hora se nos bombardea con cinco o diez minutos de consejos inservibles. Aun así, y puestos a buscarle la gracia, surgen anuncios fascinantes (por ejemplo, nuestro amigo Víctor Erice lleva muchos años en este mundo), y entre tanta paja, de vez en vez, aparece una pincelada de calidad, pero no merece la pena aguardar tanto. Como dices, hay demasiadas manifestaciones artísticas, y mucho más limpias, como para demorarse ante la caja tonta.

Abrazo correspondido.