sábado, 5 de mayo de 2007
Mirá que sos...
Mirá que sos... Entrás en la casa y ni mu. ¿Qué menos que esbozar un saludo, siquiera ese pequeño rastro de caracolito misterioso que dejás al pasar? Pero no, caminás de puntilla como una bailarina, sin provocar el mínimo ruido, haciendo y deshaciendo los pasos como una diosa transparente, y antes de rajarte hurgás en los cajones de la casa, en busca de secretos y delicias. Pero juraría que vos ya sabés que podés comportarte conmigo a la criolla, porque yo transito la vida de puro vicio, y nada más lejos que yo de un alma podrida; arrabalero sí, y a mucha honra, y si querés un tanto safado, pero lo que me cuadra es el mero juego, la timba sin pelar a nadie, la milonga sentimental de a ratos, que de caprichosa acaba siendo la única farra que no se descompone en fiaca. Decí hola, miráme otra vez entre el montón de piojeras boludas, como descubriendo un nuevo continente. Decí algo, papirusa...
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1 comentario:
Confieso que he leído su entrada ya varias veces. Que me hipnotiza el ritmo. Que incluso mentalmente intento darle entonación. Que -le soy sincero- no puedo aprovecharla totalmente por no comprender el significado de ciertas expresiones -le echaré tiempo y las consultaré donde pueda-. Y que intentaré, siempre que me sea posible, pasarme por su rincón y visitarle las estancias de otros días.
Un cordial saludo
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