sábado, 22 de septiembre de 2007

Federico

El otro día, en una entrada del lindo blog de Maritornes, y en la zona de comentarios, se montó una pequeña algarabía alrededor de la figura de García Lorca. Yo opiné que los poemas y obras de teatro del amigo podían estar escritos en un lenguaje tal vez más accesible y cautivador para la gente del sur, y no por ningún tipo de superioridad, sino tal vez por una pura cuestión de diversidad cultural. Y también decía que Lorca me ha gustado mucho más en sus cartas que en sus poemas o en sus obras de teatro más conocidas. El otro día adquirí la tercera entrega de sus obras completas publicadas por RBA-Instituto Cervantes, y encontré multitud de textos aparentemente secundarios, pero que son de lo más interesantes. Y es que nada más abrir el libro me di con este párrafo:

Hacía un frío limpio de nubes. La cuesta de los Gomeles bajaba llena de heladas agujas de fonógrafo. Era la una de la madrugada. El duelo de los surtidores golpeaba en las paredes del silencio. Chorros cristalinos caían de los tejados y mojaban los cristales de los balcones. Al dolor fisiológico del agua quebrantada por el hielo, se unía su tenaz insomnio. Insomnio hecho de pequeños tambores incesantes que ponen loca la noche de la ciudad.

He suprimido en el texto dos comas curiosas, una tras La cuesta de los Gomeles, y otra tras El duelo de los surtidores, y es que parece que la costumbre molesta de colocar una coma entre el sujeto y el verbo viene de antiguo. Pero consideré que el texto merece la corrección, porque así, leído con su adecuada continuidad, resulta una joya de las muchas que nos legó este genio.

15 comentarios:

Lula Fortune dijo...

No sé si he entendido lo que dices (y no he podido entrar en ese blog que mencionas,misterios de la red)pero ¿sugieres que Lorca podría haber escrito más "sencillo"?. Luego pones una cita... ¿como ejemplo de sencillez?.¿Realmente te parece fácil de entender eso de: "la cuesta bajaba llena de heladas agujas de fonógrafo"?. Ya digo que no sé si he captado la esencia de tu mensaje. Vaya por delante que soy una rendida admiradora de Lorca, que pienso que fue capaz de abrir un más allá de imágenes y mundos fantásticos sin despegar los pies de este pobre suelo mortal.
Besos entre los juncos y la baja tarde.

Sir John More dijo...

Querida Lula, he comprobado el enlace al blog de Maritornes y es correcto. Intenta entrar escribiendo la dirección: http://corteycorreccion.blogspot.com; la entrada se titula Reediciones.

Verás, te explico. Mi entrada no iba por ahí por donde dices. Sólo que en la entrada de Maritornes ella hablaba de la reedición de varios libros, entre ellos uno de Gibson con la biografía de Lorca, y se hicieron luego varios comentarios donde la gente declaraba no ser demasiado amiga de lo escrito por Federico. Al final, yo escribí que los poemas de Federico, frecuentemente, pueden parecer demasiado sencillos, y conllevan una musicalidad y un vaho tal vez difícil de considerar si no se ha vivido, por ejemplo, el verano del sur, o ese frescor de las noches y las huertas, algo que tal vez ahora se haya extendido por otras zonas, porque la temperatura media ha subido en toda la península, pero que antes era más propio de esta zona. Y el flamenco: hay muchos poemas de Federico que tienen un ritmo de bulería, o de seguiriya, y esto es difícil de captar si no se lleva dentro un poquito de flamenco. Y puesto que esta sencillez podría ser confundida por mucha gente con simpleza, yo decía que, de todos modos, el Federico que más me gusta es el de sus cartas, donde se demuestra a las claras que era un hombre complejísimo y con unos sentimientos bien hermosos; y que con el tomo que he comprado descubro que tenía cuentos, conferencias y pequeños escritos que albergan joyas como las que he puesto en la entrada. En fin, espero haberme explicado mejor. Tal vez sin leer la entrada de Maritornes, o al menos los comentarios, mi entrada pueda quedar algo confusa.

Pues nada, envidioso perdido de esos juncos y de esa baja tarde, le saluda afectísimo, Sir John.

Lula Fortune dijo...

Sí, ya he leído el enlace y se entiende todo mucho mejor. Estoy de acuerdo contigo. Yo, que estudié a Lorca en la distancia, sólo comprendí algunos de sus versos al ir a Andalucía. También puedo decir que he comprendido muchas cosas de tu tierra al leer a Lorca (los olores, los aljibes, los espejuelos y las pipas de girasol...).
Cuando estuve en N.York, a cada paso que daba, intentaba imaginar el revuelo que debía haber hecho ese mundo en su ser más íntimo. Me acordé de Lorca y de cada verso durante todo el viaje.
Bueno, no me lío más que me pierdo...
Besos de aire.

Anónimo dijo...

Madre mía, ¡cuándo se entere Maritornes de que le has tocado una coma (no una: dos) al señor García Lorca! Son agramaticales, sí, al separar el sujeto del verbo, pero pá mí que aquí tienen una razón de ser "poética", enfática. ¿No le concedes esa licencia al idolatrado caballero? Yo no las tocaría, forastero.
El texto es magnífico. A pesar de que, sí, lo confieso, yo era una de las que abiertamente decían en el blog de Maritornes que no le gustaba Lorca. Lo cual no quiere decir que no reconozca su dominio formal y sus imágenes deslumbrantes. Quizá mi "fallo" sea que mi sangre es una mezcla de sangre (valga la rebuznancia) celta y castellana, y por eso no conecto con esos referentes culturales de los que hablas.
Un besote, maestro.

amart dijo...

Vaya por delante que coincido contigo en que le sobran esas dos comas, aunque sea Lorca.
Cómo vamos a negarle a Federico lo que es suyo... y nuestro. Sin embargo, su desgraciada, traumática y temprana muerte lo elevó inmediatamente a la categoría de mito (como Miguel Hernández), sin permitir que lo hiciera su obra desde la perspectiva del tiempo. Que lo habría hecho.
Si hubieran asesinado a Alberti (que, por cierto, no puedo decir que me enloquezca), hoy tendríamos en las más altas cumbres del Parnaso su primera poesía, sus cartas, sus dibujos y vaya usted a saber. Y sí, vale, pero todavía no le han hecho dios. Lo mismo vale para Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, o el "desconocido" Manuel Altolaguirre.
Muérete joven si estás empezando a ser alguien, y tendrás plaza fija entre los inmortales.
Un abrazo.

Sir John More dijo...

Saludos apresurados a todos desde Gijón. Si no fuera por vosotros, ¿qué sería de este cuaderno? Besos y abrazos de surtidor...

Maritornes dijo...

Por alusiones: ¡esas comas sobraban, pardiez! Muy bien quitadas. Hablando de "andalucismos", Lorca era testarudo hasta decir basta con eso de usar el infinitivo cuando quería expresar imperativo (tipo: "dejarme en paz", en lugar de "dejadme en paz"). En 70 años nadie lo ha corregido, precisamente por la absurda estupidez de considerarlo intocable. A mí, con todo lo que lo admiro y venero, me siguen rechinando los dientes con esos infinitivos.
Tengo algunas cositas que decir. Sin ánimo de derrumbar tus teorías, sir John, aunque es evidentísimo que su obra tiene infinitas referencias a los paisajes y la cultura andaluzas, lo que a mí siempre me ha asombrado (hasta el punto de dejarme estupefacta) es por qué yo "siento" el agua de los jardines granadinos, la brisa de la Vega y la pena de Soledad Montoya de una manera increíblemente cercana, siendo como soy más vasca y siesa que Arzalluz y (oh, cielos) sin haber pisado tierras andaluzas en mi vida (bueno, estuve en Sevilla brevemente, pero fue un viaje relámpago).
Con esto quiero decir que la trascendecncia de un gran escritor (en mi modesta opinión) reside precisamente en eso: en emplear los elementos cercanos que han formado parte de su vida para trascenderlos y hacerlos universales. Por muy andaluz que fuera Lorca (y mira que lo era), su poesía no era "localista". Por mucho que se titulen "Romance gitano" y "Cante jondo", esos libros hablan de cosas tan profundas que no entienden de regiones. Yo nunca vi los paisajes con los que creció Lorca; yo crecí con una vegetación tupida y salvaje, poblada de brujas y seres fantásticos, verde hasta resultar insultante; muy "celta", como decía Leo por ahí. Pero os juro por mis niños que cuando leo "y recuerdo una brisa triste por los olivos", yo la veo, la palpo y la siento. Y no os sé explicar por qué.
Creo que fue el propio Lorca el que una vez dijo algo acerca de "el sentimiento trágico de la vida". Eso es lo que expresa su obra. Con seguiriyas o sin ellas, si uno se detiene un momento y lo piensa, puede encontrar ese sentimiento en el folclore de muchos pueblos. Por eso, cuando uno lee a Lorca, sabe de qué demonios está hablando.
"PerdonaRme" este soliloquio quizá demasiado extenso, pero es que si no lo soltaba iba a reventar.
Por cierto, Leo, ¿sabías que Lorca escribió 6 poemas en perfecto gallego? Son preciosos. A uno le puso música el grupo Luar na Lubre: "Chove en Santiago, meu dolce amor".
Besitos a todos.

Maritornes dijo...

Por cierto, ¡que me voy a "Graná" en unos días! Ya os contaré que tal la experiencia y qué me ha parecido el paisaje que se contempla desde la casa de Fede.

e-catarsis dijo...

Es usted muy atrevido Sir (andar enmendando la plana al maestro...)
La puntuación de un texto es una cosa muy complicada y muy persnal, escribimos como hablamos ( en general claro y siempre desde la perspectiva de un blog y lo que supongo somos todos, sí ya sé unos más y otros aún más ;-) ) y es por esto que hay veces que suplimos con un follón importante de comas, comillas, puntos y "puntillos" :P lo que imaginamos que pueda resultar texto anodino ¿el resultado?...incierto en cualquier caso
¿Crees que el poeta anduvo alguna vez en estas reflexiones?
Saluetes

uminuscula dijo...

A mí me dan igual esas comas. Porque me encanta la foto de ese niño envuelto en piel de padre.

uminuscula dijo...

Sin embargo, mi alter ego periodístico debe decir algo: no soporto las comas entre sujeto y predicado. Pero claro, en un poema, quién se atreve a decir algo?

Sir John More dijo...

Dejadme que lance al cielo mil maldiciones por haber estado mucho rato respondiendo en esta ventana de comentarios, y por un error de teclas haber perdido todo el texto escrito… ¡Mal rayo parta a la tecnología!

Vaya, no es que me quede tranquilo del todo, pero… Antes de nada, debo decir que, después de una semana de andar por Gijón sin demasiado contacto con Internet, compruebo que podría irme un mes y dejar mi blog en vuestras manos, porque no sólo no moriría el blog, sino que se cubriría con la riqueza de vuestros comentarios. Gracias adelantadas a todos por la molestia de pasar por aquí.

Bueno, Lula, tus palabras me impulsan a leer obras menos tradicionales del amigo Federico. Me quedan muchas por disfrutar, y lo cierto es que me parecían mucho más accesibles las aparentemente más tradicionales, pero ya se sabe, lo menos accesible suele ser casi siempre lo más profundo. Besos de callejón y geranio…

Querida Leo, no le veo yo esa razón poética o enfática a las comas del texto de Lorca. Creo que, simplemente, están mal puestas. Pero no te preocupes, porque aunque (tal vez con arrogancia) no le concedo la licencia en puntuación, vaya si se la concedo en genio. Y si lees a Maritornes en el comentario de más abajo tal vez compruebes que tú también puedes disfrutar mucho del amigo. Conociéndote un poco, juraría que no te sería nada difícil… Besos, amiga.

Sí, Amart, tienes razón sobre eso de que la muerte a veces eleva un poco más que lo que elevaría la vida. Y además siento vergüenza al admitir que de todos esos grandes poetas que nombras sólo he leído algunos poemas sueltos. Repito que mi incapacidad para la poesía es obstinada, pero también reconozco que vuestra influencia me está sacando un poco de ella, y no pocas veces leo entre vuestros mensajes poemas que me encantan, que me satisfacen hasta el punto de sentir deseos de volver a leer esas canciones sin música. Curiosamente, Tu pincel y tus palabras, Amart, también influyen. Gracias y un abrazo.

Para empezar, Maritornes, aquí tienes todo el espacio para encenderte y enredarte lo que desees. Tus luces y enredos son un honor para cualquier blog, así que ya sabes, a repetirlo… Lo del infinitivo por el imperativo no sé si podríamos comprenderlo un poco más que esas comas mal puestas, y ello por su uso más que frecuente por estos pagos. Pero sobre todo porque, por mucho que la pusiésemos entre un sujeto y un verbo, una coma siempre detendría una frase en un lugar impensable, mientras que ese infinitivo incorrecto puede llegar a leerse sin problemas con sólo acostumbrarte a él. No deja por ello de ser un error, entiéndaseme, pero he de reconocer que cuando uso el imperativo debo detenerme para no cometer ese mismo error. Digamos que hay construcciones erróneas del lenguaje que, entre dos personas que cometan el mismo error, no dificultan la comunicación (algo parecido a si mi hijo me dice: ¿Ma llamao arguien?; yo lo entiendo perfectamente, y alguien, así, podría escribir un cuento en andaluz y se leería sin problemas…).

Me alegra, por otra parte, que sientas de esa forma con el amigo Federico. Te diré que, leyendo sus cartas hace muchísimo tiempo, encontré en ellas detalles que no sólo se referían al sur, sino concretamente a lugares muy concretos de Granada. Cuando luego viajé a esa maravillosa ciudad, y paseé con mi amiga Ángeles por un anochecido Albaycín, y compramos patatas asadas con sal a un viejo que ya se habrá ido hace años…, muchos de los poemas de Federico se convirtieron entonces en aromas, en sombras, en cármenes dormidos, en aquella Granada bostezante de abajo, en las huertas negras que dormitaban en el horizonte... Sí, la dificultad de su amor por el sur se compensaba con su genio, y así todos podemos disfrutar de Granada, del sur, de Nueva York y de Federico… Besos y lo dicho, a más ver. Ah, y que lo pases genial en Granada si aún no te fuiste.

Querida e-catarsis, leyendo hace unos meses las cartas de Cortázar, éste reivindicaba su derecho a puntuar según sus gustos, y cualquiera que lea sus textos podrá comprobar que sus gustos son simplemente de ritmo, pero no interfieren para nada en la lectura, sólo la hacen especial. De hecho, a mí me enseñó un poco a no romper en demasía el texto con comas correctas, algo que no sé si termino de conseguir. Ahí tenemos otro ejemplo de juego con la puntuación que es esa joya de García Márquez, El otoño del patriarca. E incluso algunas otras que podemos encontrar en vuestros blogs, sobre todo los de aquellos que sentís ganas de rebelaros contra el (para mí aparente) corsé del lenguaje. Pero en todos estos casos el juego está realizado con inteligencia e intención, y me da a mí que la intención de Lorca no era que entre el sujeto y el verbo hubiera una pausa, algo que, además, se podría conseguir de otras formas más elegantes que seguro que el amigo dominaba. Por último, sigo considerando que la intención comunicativa del lenguaje nos obliga a respetar hasta cierto punto sus reglas, y cuando no las respetemos a dar ciertas pistas que nos permitan ser entendidos o al menos interpretados. Dicho todo esto, yo me he quedado prendado de más de una de tus entradas, de una transgresora como tú… Vesos desovedientes.

u, u, eso sí que es zanjar el asunto de las comas, y ya puestos a mi me encanta tu encantamiento ante la foto...

Aunque ya te digo: todas las infracciones lingüísticas de la poesía deberían tener un motivo, aunque fuese de lo más peregrino. Si no lo tienen, son un error sin más. De hecho, si dejas las comas en el texto de Lorca se produce un destrozo general. Achuchón de un padre arrebolado.

Anónimo dijo...

Buenos días.
Con un poco de reserva voy a dar mi opinión.
He sido, soy y seré más adelante, admiradora de Lorca.
Ahora no, ahora tengo que dejarle en reposo.
Estuve en verano en Alfacar y el dolor que allí sentí,me dejó descolocada.
No puedo pensar en Lorca, ni en su obra, ni en su vida, es imposible desligarle de todos los que hay allí, deben ser cientos. Sentí un enorme grito parecido a ...Todos somos Lorca, no nos olvidéis.

Espero que las comas estén en su sitio.

Saludos

Sir John More dijo...

Tienes razón, Luna, sin desmerecer ni un gramo la importancia de la muerte de este maravilloso escritor, hay tantos, tantos otros (y otras) que perdieron su vida entregados a la causa de la libertad, que a veces somos injustos recordando sólo a aquellos que alcanzaron de una u otra forma la fama. Mira, hace no mucho reeditaron un libro que andaba yo buscando desde hacía años sobre la guerra civil en Sevilla, y curiosamente aparecía al final un largo listado con los muertos inscritos en el Registro Civil, y que se atribuyen a la represión franquista. Pues bien, ahí aparecía mi abuelo, que yo siempre pensé que, cuando lo sacaron para fusilarlo, estaba en la cárcel por republicano, y que al final sólo estaba allí porque, además de barbero, era un elemento de cuidado, un carterista. Pues aun así, obviamente, nadie tenía derecho a matarlo, y creo que todos deberíamos deplorar esta muerte igual que la del mayor poeta. La guerra iguala a todas las víctimas con su injusticia... Un beso, y con comas bien o mal puestas, se agradecerá siempre tu visita.

Anónimo dijo...

Buenos días:
al hilo de lo me cuentas de tu abuelo, me gustaría hacerte una pregunta.
Hace años, conocí a un señor que tuvo que formar parte obligatoriamente de un pelotón de fusilamiento en la guerra, emocionalmente nunca se recuperó, cuando me lo contó, lloraba amargamente.
Mi pregunta es la siguiente ¿Qué sentiste cuando te enteraste del fusilamiento de tu abuelo?
¿Qué emociones se disparan?
No es morbo, lo prometo. Si no crees conveniente contestar, lo entenderé perfectamente.

Saludos y muchas gracias por todo...debió ser un error del sistema.