Recorro la senda de Evans desde que mi conciencia tuvo los Peace Piece, Nardis, Turn out the stars, Hullo Bolinas... Jarrett, Corea, Mehldau, estelas del poeta de las nueve octavas, mi pasta base, mi droga de cabecera. En algún lugar... Gloria a todos ellos.
Imagino que la virtud de todos estos amigos reside en imitar con maestría los ritmos del corazón de uno, del corazón físico, del que, fiel como ninguno, late aquí dentro desde hace tantos años. No he frecuentado al amigo Evans todo lo que debería, y por tus palabras deduzco que no debo dejar pasar más tiempo...
Si, Sir, hace años, un amigo poeta grande me señalaba la relación de la rima y el ritmo con la cadencia tranquilizadora del latir del corazón de la madre, la primera caja de ritmos que nos colocan cerca de la oreja. Tal vez en la base de nuestras habilidades y necesidades expresivas futuras. El saxofonista Yusef Lateef decía más o menos lo mismo: en el principio era el ritmo.
3 comentarios:
Recorro la senda de Evans desde que mi conciencia tuvo los Peace Piece, Nardis, Turn out the stars, Hullo Bolinas...
Jarrett, Corea, Mehldau, estelas del poeta de las nueve octavas, mi pasta base, mi droga de cabecera.
En algún lugar... Gloria a todos ellos.
Imagino que la virtud de todos estos amigos reside en imitar con maestría los ritmos del corazón de uno, del corazón físico, del que, fiel como ninguno, late aquí dentro desde hace tantos años. No he frecuentado al amigo Evans todo lo que debería, y por tus palabras deduzco que no debo dejar pasar más tiempo...
Un abrazo.
Si, Sir, hace años, un amigo poeta grande me señalaba la relación de la rima y el ritmo con la cadencia tranquilizadora del latir del corazón de la madre, la primera caja de ritmos que nos colocan cerca de la oreja. Tal vez en la base de nuestras habilidades y necesidades expresivas futuras. El saxofonista Yusef Lateef decía más o menos lo mismo: en el principio era el ritmo.
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