Por encima de todas las tempestades, de todos los desiertos, de las dudas y las quimeras, con el color imprescindible del abrazo, con el aroma del último refugio, bajo manos templadas y un corazón valiente, aquí va un presente (y uno de esos instantes plenos) para la mejor madre que han podido toparse mis hijos, a la que nunca agradeceré bastante su cariño y sus cuidados.
11 comentarios:
Es un presente merecido. Enhorabuena a ti y a tus hijos, por contar con ella.
Sir John, me haga el favor de pasar por mi blog, hay algo para ti.
Beso.
Como un hilo secreto que mantuviera irrevocablemente unidas todas las imágenes del mundo, el nombre "madre".
(Al fin pude recuperar tu blog, amigo)
Sí, Respirando, y tan merecido el presente... Aún debemos contar más con ella, pero la vida no siempre es llana. Gracias por pasar, y voy a ver eso que hay para mí en tu blog... Besos.
Me alegro mucho, Francisco, que por fin puedas echarle un vistazo a todo esto. Aunque me resisto a necesitar demasiado a los lectores, es de justicia reconocer que muchos de los ojos que leen mis cosas no sólo las honran, sino que incluso en muchas ocasiones les prestan un mérito que difícilmente alcanzan solas. Es tu caso, por supuesto, lo mismo que el de la amiga Respirando. Y en cuanto al hilo... Sí, es curioso porque puse el nombre a este blog de forma impulsiva, sin saber muy bien qué quería decir con él, y poco a poco voy sabiéndolo... Un abrazo.
Cuando una madre, una mujer, es respetada, todas las personas son respetadas.
Un abrazo y mi reconocimiento.
Fíjate, Elena, que estoy siempre a este lado de todas esas histéricas reacciones, tan abundantes últimamente, que acaban ensalzando a la mujer por encima del hombre, así, sin distingos, sin entender que todos somos personas y que nuestras diferencias individuales siempre serán muchísimo más profundas que las diferencias de sexo. Pero lo que dices creo que es del todo exacto: una madre es el símbolo de nuestra existencia dentro del Caos, tal vez no tanto por su existencia (también hay madres y padres abnegados entre los animales), sino porque sólo nuestra especie es capaz de despreciar la maternidad. Y sí, si respetamos a las madres es muy posible que respetemos a todo el mundo... No sabes cómo echo de menos a la mía... Un beso.
Qué bella foto, amigo.
Y que placer le dará a una madre leer algo así.
Un abrazo para María y para los pequeños.
Con gusto repartiré esos abrazos de tu parte. Haz lo propio para esas dos bellas personas que te acompañan. Ojalá podamos vernos pronto.
Te aseguro sir John, que no me encontrarás del lado de ningún ensalzamiento de la mujer por encima del hombre. No solo es absolutamente imposible para mí prescindir de vosotros sino que, además, os adoro.
Por otro lado, ansío que llegue el día en que haya tal grado de respeto mutuo que sobren las aclaraciones en un sentido u otro.
¡Besos!
Bueno, Elena, también es cierto que los señores indeseables abundan... Y coincido plenamente con ese deseo tuyo de que llegue el día en que, por encima de las diferencias (y las atracciones) sexuales, podamos tratarnos como personas, sin necesidad de estas aclaraciones que cualquiera debe hacer continuamente para ser políticamente correcto. Podríamos declarar nuestros blogs tierras liberadas de las aclaraciones obligatorias... Besos.
Me gusta la foto especialmente por la mirada de ella..
Amor, ternura, sorpresa..
Me gusta su mano posada levemente en la cabeza..
Me gusta.
Fantástico que le guste todo eso. Es como el destilado de tantos, tantos momentos arriba y abajo...
Besos.
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