El pueblo de Lanuza se encuentra en el Valle de Tena, en plenos Pirineos aragoneses. Aunque mucha gente oyó hablar de Panticosa y su balneario, y de Formigal y su estación de esquí, también situados en el Valle de Tena, pocos conocen la existencia y la historia de este pueblo de ensueño. Nacido en el siglo XII, y dedicado a la agricultura y el pastoreo, en 1961 se encontró con que el gobierno de Franco pretendía embalsar las aguas del Gállego, un río que serpenteaba dulcemente por el valle, y sumergir las casas y calles de Lanuza. Sus habitantes fueron abandonando a regañadientes el pueblo hasta que en 1975 salió de él el último vecino. Entonces el pantano comenzó a subir, pero por diversas cuestiones no alcanzó a sumir a todo el pueblo en el desastre, y sólo las calles más bajas sufrieron la inundación.
Fue entonces cuando los vecinos que más nostalgia sentían de su pueblo comenzaron a luchar por recuperarlo. Primero debieron pelear porque la expropiación, por defecto irreversible, se hiciera reversible. Los responsables del asunto, amparados en unas expropiaciones obligatorias y mal pagadas, se negaban a devolver a sus dueños casas que no habían sufrido ni sufrirían nunca el nivel de las aguas. Pero los vecinos amaban su pueblo lo suficiente como para superar este obstáculo, y por fin muchos de ellos consiguieron recuperar las casas y la posibilidad de rehabilitar algunas y reconstruir la mayoría, puesto que si las aguas habían respetado a muchas de ellas, ni hicieron lo mismo la erosión del tiempo, la falta de cuidado y los repetidos saqueos.
Se estableció un límite por debajo del cual toda construcción era imposible debido al peligro de las aguas, y por encima de esa línea unos pocos hombres y mujeres trabajaron afanosamente durante años hasta conseguir un pueblo de cuento. No soy muy dado a los mitos, pero estas personas son un verdadero ejemplo de fortaleza y amor por las raíces, por esas raíces que no son excluyentes porque más que diferenciarnos nos unen: nuestro pasado, el escenario de nuestros sueños, los rincones donde nuestros padres nos acariciaron por primera vez, donde nos enamoramos y donde sufrimos, la tierra donde disfrutamos de vendavales y paseos, donde dijimos adiós a nuestra gente.
Hoy Lanuza anda llenándose de turistas, pero su condición de pueblecito dulce, su localización magnífica, sus gentes amables y acogedoras permitirán que Lanuza siga siendo por siempre una perla en el verde mar de los Pirineos.
10 comentarios:
Una "historia" preciosa, y educativa. Verdaderamente educativa.
hola, buenas noches, para ti serían buenos días. Impresionante las fotos, ahora con la historia del lugar, pero supongo que un país como España tendrá miles de historias en cada rincón.
Cómo yo te conté tres de mis abuelos eran españoles, y mi apellido es igual que el del pueblo en donde nació mi abuelo Viñayo. Lo que me llama la atención que no entiendo porque muchas personas llevan el apellido de su pueblo. Hace poco encontré un primo perdido, a mile s de kilometros de mi hogar en Tierra del Fuego, nos pusimos en contacto , y el me contó que su abuelo materno su apellido era Otero del pueblo de Otero en España.
Y así por internet me encontró un español con mi mismo apellido, tambien del pueblo, y se contacto conmigo llegamos a la conclusión que no somos familiares, pero quedamos como amigos cibernautas
Todo esto viene a cuento, porque vos decis de tu compañera que se apellida igual que ese pueblo.
Saludos argentinos blancos y celestes Silvia..........
Qué fotos más bonitas! Pero ¿vive gente que trabaja y todo eso, o es una especie de parque temático?
Besos desde el puentinggg ( y un vecino generoso con wifi sin encriptar)
Exacto, amigo Sallopilig, exacto, todos deberíamos aprender algo de esta gente y de su coraje y su fortaleza. Pero la educación tiene mala prensa en estos tiempos... Un abrazo.
Querida Silvia, gracias por tus palabras. En cuanto a lo de los apellidos, no siempre la gente toma el apellido de su pueblo. Además, esto pudo ocurrir con más frecuencia en años más oscuros, cuando la orfandad era más común, y entonces algunos niños tomaban como apellidos el del pueblo donde habían nacido. De hecho, mi segundo apellido es también Otero, e indagando en algunas generaciones ninguno de mis antepasados parece provenir de ese pequeño pueblecito gallego por el que pasé alguna vez. Aunque los Otero de mi familia eran marinos, así que posiblemente se trasladasen alguna vez a Cádiz (ciudad portuaria del sur), donde reside la mayor parte de la familia de mi abuelo, desde Galicia.
En cuanto a Lanuza, parece ser que mi compañera descubrió que sus antepasados podían provenir de este pueblecito. En fin, aunque no consigamos saber de dónde venimos, siempre es una suerte que los intentos nos lleven a conocer a gente interesante, ¿no crees?
Besos desde Sevilla para ese país de artistas.
Bueno, bueno, Lula, me había hecho yo la idea de que eras una persona más abierta... :-p Pero chiquilla, si el trabajo es un castigo divino... No, ahora en serio, la gente de Lanuza, los antiguos vecinos, pero sobre todos algunos de sus hijos, han trabajado como titanes para levantar el pueblo, y aunque ahora parece que se está haciendo algo más turístico, hace sólo cuatro años contaba con un pequeño hotel, y dos casas que se alquilaban. El resto eran casas de estas personas, algunas (muy pocas, aunque cada año más) que se habían mudado de nuevo al pueblo, y otras que pasaban temporadas allí. El Festival Pirineos Sur, que se celebra en el Valle de Tena, sobre todo en Sallent de Gállego y en Lanuza, en un escenario que consiste en una plataforma que flota sobre el pantano, congrega allí a un montón de hippies en julio, pero el pueblo permanece casi todo el año tranquilo, salvo cuando el valle entero es conquistado por las hordas de esquiadores (si nunca entendí a aquellos que son capaces de pasar un mes de verano en la playa, tostándose como langostinos sobre la arena, menos entiendo a aquellos que, ante una montaña majestuosa, se llevan días y días tirándose montaña abajo). Así pues, la gente que suele vivir allí es bastante normal, del pueblo, pero algunos viven fuera temporadas, y bueno, alguna gente que descubre este pequeño paraíso acaba convirtiéndolo sin querer en un lugar demasiado visitado. Pero así es la vida... Un beso y que hayas disfrutado mucho del puenting.
Eso quer�a yo saber, un poco parque-tem�tico-pirineo-aut�ntico, s� que parece que es �no?.
No creas que pienso que deber�an estar "deslom�ndose" como sus antepasados. Supongo que es el precio que tenemos que pagar por conservar estas cosas y que los tiempos cambian y todo eso, si estoy de acuerdo. Pero me gustan m�s los sitios donde sigue viviendo la gente, y hay tiendas, bares, ferreter�as y tambi�n casa rurales y restaurantes para nosotros los guiris, pero un poco menos "perfecto", un poco menos "parque tem�tico". No s� si me explico, que yo soy muy abierta, no te creas...
(�conoces Allariz, en Orense?)
Besos de casi lunesdemierda. ;)
Sí, entiendo lo que quieres decir, y no conozco Allariz, pero ahorita mismo me pongo a investigar. De todos modos, en cuanto a Lanuza, imagino que cada día que pasa contribuye a que se vaya convirtiendo un poquito en ese parque temático que dices, pero me da que, si esa desgracia ocurre, ocurrirá en contra de la voluntad de sus vecinos. El inconveniente que supone haber sido un pueblo destrozado por los barandas del momento, les deja algunas ventajas: han podido construir sus casas al estilo antiguo, pero con las comodidades actuales y nuevecitas, claro. Eso hace que el pueblo tenga un aspecto inmejorable, y con el contraste de las ruinas que aún quedan pegadas al pantano. Pero por lo que sé las casas fueron construidas para volver a vivir allí y en todo caso para poder escapar de Sabiñánigo, de Jaca y de otros enclaves más ruidosos donde habían sido repartidos sus habitantes. Lanuza tiene a dos kilómetros Sallent de Gállego, con muchas tiendas y mucho turismo, y Escarrilla, y un poco más lejos pero accesible Biescas. Creo que si preguntáramos a Marcos y Angelines (ojalán vean esto y puedan ellos explicar bastante mejor que yo qué es Lanuza) ellos se quejarían bastante de la primera tienda, y del primer bar... Besooos de lunes...
Sir jones me gusto en tu blog,pero no pude dejar comentario porque no se abria...
¡Que paraiso es Lanuza!no habia escuchado hablar de ella,yo tambien tengo sangre española mi abuela paterna era de La Coruña,que vino a argentina como tantos inmigrantes sen ese entonces,pero no la conoci murio muy joven a los 33 años.
Gracias por compartir con nosotros NUESTRA PAGINA DE VIDA.
Con un cariño argentino
Patry
Bienvenida, Patry. Bueno, me rebautizaste: si me llamase Indiana sería todo un héroe... :-)
Antes o después, parece que todo argentino posee un antepasado español. Lo que no quiere decir que no tengáis vuestra idiosincrasia particular, que tantas veces nos asombra a unos españoles que, por andar en el viejo continente, nos sentimos algo más gastados que vosotros. A mí todo lo argentino me atrae mucho, de veras. Creo que, con vuestros defectos y vuestras virtudes, sois en general una gente muy interesante. Y vuestra Página de Vida una actividad la mar de sana. Un beso y gracias por la visita.
¡¡¡ No podemos decir nada que no hayas dicho tu !!! TODO ES VERDAD. Estás tan integrado en nuestra tierra que no me extraña de que ni las marmotas se asusten.
Ahora en Lanuza viven 12 familias fijas todo el año. La lucha continúa igual que los primeros días, dificultades diferentes pero igual de duras.
No es un parque temático, no. Desde luego no cuidamos vacas ni ovejas (aunque hay algunas), pero porque nos quitaron todos los medios de subsistir y fué expropiación forzosa. Era un pueblo ganadero con mucho futuro. En la escuela había casi 30 niños y no se cerraban las casas como en otros pueblos del Pirineo.
Hemos vuelto luchando contracorriente, para que nuestras raices no sean arrancadas nunca mas.
MUCHAS GRACIAS, AMIGO, EN LA "CUADRA DE TOMASÉ" SIGUE LA CARTA QUE NOS ENVIASTE, PARA QUE TODO EL QUE ENTRE LA LEA.
Un fuerte abrazo de
Marcos y Angelines de casa Tomasé de Lanuza.
¡Anda, pero entonces Lanuza existe de veras! Y yo que escribí esto como si fuera un sueño... Un sueño que, estoy seguro, ya nunca más se acabará.
:-)
Un beso muy fuerte para ambos.
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