"...Si me muero, que me muera con la cabeza muy alta. Muerto y veinte veces muerto, la boca contra la grama, tendré apretados los dientes y decidida la barba. Cantando espero a la muerte, que hay ruiseñores que cantan encima de los fusiles y en medio de las batallas."
Joé, amigos, y pensar que estos versos los escribía siendo pastor y jovenzuelo... Yo es que me muero de sana envidia... Abrazos pastoriles y también republicanos, también republicanos, que aunque yo no soy mucho de ensalzar exageradamente a la Republica, gente como Miguel Hernández la dignifican hasta puntos inconcebibles, aunque otros poetas arrastraran su nombre con repugnantes e incoherentes esnobismos de retaguardia. Más abrazos.
Estimado Don Francisco, coincido con Usted en que hay textos mejores del poeta, pero estos pequeños versitos de juventud, y casi todos los que escribió siendo un humilde cabrero, ya demuestran de largo la grandeza de este hombre. Sea bienvenido y considéreme a su servicio.
Sí, querido Sean, aunque no ponga en duda las destrezas de Don Francisco, las de este otro Francisco son emocionantes... Un abrazo.
6 comentarios:
"...Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas."
Bendito eres, Miguel, aquí tus milagros.
Palabras que valen mas que mil palabras.
Joé, amigos, y pensar que estos versos los escribía siendo pastor y jovenzuelo... Yo es que me muero de sana envidia... Abrazos pastoriles y también republicanos, también republicanos, que aunque yo no soy mucho de ensalzar exageradamente a la Republica, gente como Miguel Hernández la dignifican hasta puntos inconcebibles, aunque otros poetas arrastraran su nombre con repugnantes e incoherentes esnobismos de retaguardia. Más abrazos.
Grande entre los grandes, sin duda (aunque la elección del texto podría mejorarse).
A sus pies.
De nuevo, Sir, con su permiso... se me olvidó ponerle música al milagro de las piedras (y a ver quién mejora esto, Don Francisco)
http://open.spotify.com/track/1JqsiQObjheEeN0PuyCsfm
http://open.spotify.com/track/6FGuGLVpaFLNmfKI7z5CLF
Estimado Don Francisco, coincido con Usted en que hay textos mejores del poeta, pero estos pequeños versitos de juventud, y casi todos los que escribió siendo un humilde cabrero, ya demuestran de largo la grandeza de este hombre. Sea bienvenido y considéreme a su servicio.
Sí, querido Sean, aunque no ponga en duda las destrezas de Don Francisco, las de este otro Francisco son emocionantes... Un abrazo.
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