Oigo en la radio los retazos de una, seguro, interesantísima conversación entre el ínclito Manuel Chaves, hasta hace muy poco presidente de la Junta de Andalucía, y ahora elevado a otros cargos mejor remunerados, y el prolífico Nobel José Saramago. Con su verbo peculiar, Don Manuel afirma que todo es poco para hacer comprender al mundo que Andalucía no es sólo folklore, y Don José apostilla: “totalmente de acuerdo, Manolo, totalmente de acuerdo”. Y es que la Junta de Andalucía anda preparando una iniciativa llamada Andalucía 10, porque a los andaluces se nos supone vagos, juerguistas, analfabetos, bailarines… y ya está bien, oiga, ya está bien.
Saramago nunca me pareció un escritor digno de un Nobel, ni siquiera un buen escritor. Hasta ahora sí me había parecido un buen hombre, que escribía artículos gramaticalmente correctos y de contenido valiente, pero sus libros me parecieron aburridos y literariamente pobres. Imagino que las confianzas con este insigne miembro del club de la tortilla le viene al portugués de los ágapes a los que asistiría tras ser considerado Hijo Predilecto de Andalucía. Manolo y su sucesor en la presidencia de la Junta, y todos los mandamases de lo público en Andalucía, deberían revisar su política educativa, deberían dar un repaso siquiera somero a la programación de Canal Sur Televisión, y luego contarnos qué han descubierto. La desfachatez de estos individuos comienza a ser de chiste; de chiste de andaluces flamencos, claro, y Don José de palmero.
10 comentarios:
Me alegra ver que alguien piensa como yo. Gramaticalmente correcto. Aburrido. Aburridísimo, diría yo. ¿Literariamente pobre? Pues quizás también. De Chaves, mejor no hablar.
Saludo compenetrado
Sí, Carmen, no he visto cuento más socorrido que el del traje del emperador, y aquí a los premios Nobel se les mira pero no se les toca, y oye... Además, esa mujer que tiene al lado, la verdad, me cae como un tiro, y es además quien le hace las traducciones al castellano, así que... En fin, me alegra coincidir contigo. Un beso.
Ay, Sir, ¿que te digo de mi ex-jefe sin que me expedienten? De D. José..., que vayas acumulando sumandos a la lista de damnificados. Por estusiasta recomendación de una compañera empecé La Caverna. No llegué ni a la mitad... a riesgo cierto de abrirme las venas. Ese alfarero no era de Triana. ¿Ese alfarero no había eschuchao una bulería? Perdona la ironía. Son dos sosos existenciales y se les ve el plumero de pavo.
Imagino, amigo Sean, que Saramago se aplica eso de que de bien nacidos es ser agradecidos, porque los barandas andaluces han tratado con suprema bondad no sólo a Saramago, sino sobre todo a su mujer, que sin ser gran cosa está hasta en la sopa, y consideradísima. Es lo que les pasa a los críticos cuando se dejan agasajar... Abrazos.
Pero ¿cómo pudo estar el Chaves 30 años haciendo de Andalucía un cortijo? Por lo menos aquí no hace nada, lo cual es de agradecer. Bueno, salvo llevárselo calentito. En cuanto al portugués... una vez empecé algo suyo (no recuerdo qué), sentado en una roca, en la playa. Cometí la torpeza de leer unas líneas en voz alta: cuando me quise dar cuenta, todas las lapas habían huído.
Abrazos.
3O años?
aquie en mexico la gente lo ubiese matado a cozcorrones.
Bueno, de Saramago yo salvaría el Memorial del Convento, que no es mal libro. De don Manuel Baches no conozco ninguno, ni bueno ni malo... Beso al norte.
Iba a decir que lamento discrepar, pero, qué coño, no lo lamento. A mi Saramago me parece un excelente novelista (aunque sú última novela, El elefante, sea algo menor, pero, aún así, entretenida). Me parece, sin embargo, un diarista ególatra y un poeta sin demasiada chispa. En cuanto a sus ideas políticas, son, a mi juicio, una ristra de despropósitos (quizás bienintencionados, pero despropósitos al fin).
Por su parte, Chaves me parece un fenómeno no único en la política española. Un político de acuario. Siempre nadando en su pecera, bien alimentado, sin parpadeo, sin actividad cerebral. Cuando se les mete en el agua son alevines. Salen echos unos tiburones. Y no nos ha dado tiempo de enterarnos de qué como ha sido la metamorfosis. ¡Qué jodidos!
Un abrazo.
Querido Amart, la huella del amigo González fue muy honda en esta tierra; verás, no porque hiciera mucho por ella, sino porque supo encender todos esos sentimientos de obsesiva pertenencia que tenemos en muchos rincones de Andalucía. Así, aquí oscilamos entre los señoritos del PSOE y los señoritos del PP, y para los sujetos que ansían desalojar a los socialistas y sentarse en el mullidito sillón del poder, casi que sigan los señoritos actuales. Eso sí, vergüenza no tienen ninguno de ellos… Como digo, el portugués, aunque no me guste su literatura, no me cae mal, pero esos compadreos con los señoritos… Me alegra mucho verte por aquí. Un abrazo.
Bienvenida, Diana-Chan. En efecto, eso era lo que te entraban ganas de hacer cada dos por tres, liarte a coscorrones con estos feísimos guaperas, pero a ver, han conseguido desvirtuar la democracia dominando la voluntad popular, que haga lo que haga es sagrada. Así que, ahí vamos… Un saludo.
Je, je, Ana, calla a ver si a este hombre, ahora que está de vacaciones pagadas en Madrid, le va a dar por ponerse a escribir, que no sólo es capaz, sino que además es de los que publica seguro. Y no hay nada más insoportable que un político que, tras muchos años de no hacer casi nada, se considera a sí mismo un sabio, y escribe artículos y libros. Véase al citado González, que en sus artículos en El País demuestra ser el tío más pelmazo de la historia de los articulistas. Besos y más besos.
Claro que sí, amigo Diarios, estaría bueno. No sabía que este hombre tenía escrito diarios y poesía, aunque después de leer hace muchísimos años La balsa de piedra e intentar leer varios de sus libros sin conseguirlo, tampoco me interesé mucho por su obra. A mí me pareció siempre un hombre valiente con sus ideas, pero es cierto que poseen un ligero aroma a comunismo del más rancio (y bastante contradictorio, al estilo de esa gran comunista que es Ana Belén, anunciando cosméticos), y que sus amistades suelen ser señores que se manifiestan con sorprendente facilidad y que luego, cuando gobiernan en ayuntamientos y otras organismos, no son capaces de aplicar ni una sola de sus buenas intenciones. En cuanto a Chaves, sí, tienes razón, pero creo que son varios los ejemplos de este espécimen: tipo que en condiciones normales no valdría ni para limpiar zahúrdas, que de pronto se convierte, por efecto del formol político, en un referente social de muchísima gente. Trato con muchos concejales, y sobre todo las concejalas de su color se mueren por tener una foto al lado de Chaves. ¡Qué mundo este!
Jajaja, la idea de Baches en la pecera me ha parecido geniallllll :-)
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