Podría escribir un poco más sobre la melancolía, ensañarme blandiéndola contra todos los que dejáis que la Navidad inunde vuestras venas con su aliento blanco y esperanzado. Al fin y al cabo, me siento casi como un enviado del puro Demonio para corromper los buenos deseos y el optimismo de tanta buena gente, gente que, de todos modos, tienen la misma razón que yo al ponerse enfrente de la melancolía: ninguna.
Podría escribir sobre los entresijos de un gran catarro, sobre este deseo ingobernable de dormir, de cerrar los ojos y dejar que tus huesos descansen hasta quién sabe cuándo, confiando en que los virus sean de buena familia y se marchen cuando acostumbran, sin gastarme más tiempo del imprescindible. Y contaros sobre la visión de mi libro cerrado sobre la mesa, recién empezado, y los niños que van de aquí allá viendo a su padre fatal, y la madre que se cansa de hacerlo todo...
Podría escribir sobre mis deseos, sobre este optimismo integral e insistente que me vence y que siempre se confunde con el pesimismo...
Pero sólo se me ocurre escribir sobre una perfecta tontería, aunque bien mirada, también merece la pena: por favor, os lo pido a todos, a vosotros y a todo el mundo, a cada uno de los habitantes de este mundo, no pongáis una coma entre el sujeto y el verbo, de veras, creo que es lo único que me producirá algún día una depresión...
Podría escribir sobre los entresijos de un gran catarro, sobre este deseo ingobernable de dormir, de cerrar los ojos y dejar que tus huesos descansen hasta quién sabe cuándo, confiando en que los virus sean de buena familia y se marchen cuando acostumbran, sin gastarme más tiempo del imprescindible. Y contaros sobre la visión de mi libro cerrado sobre la mesa, recién empezado, y los niños que van de aquí allá viendo a su padre fatal, y la madre que se cansa de hacerlo todo...
Podría escribir sobre mis deseos, sobre este optimismo integral e insistente que me vence y que siempre se confunde con el pesimismo...
Pero sólo se me ocurre escribir sobre una perfecta tontería, aunque bien mirada, también merece la pena: por favor, os lo pido a todos, a vosotros y a todo el mundo, a cada uno de los habitantes de este mundo, no pongáis una coma entre el sujeto y el verbo, de veras, creo que es lo único que me producirá algún día una depresión...
10 comentarios:
¡Ja, ja, ja! ¡Es mi pelea constante con mis alumnos! Mira que es fácil la norma, oye, y no hay manera, no hay manera...
Cuídate ese catarro, echa a los virus de tu cuerpo serrano y disfruta de la Navidad, hombre, aunque sea solo por las vacaciones.
¿En, dónde, dices??
No, sé, si, lo, he, entendido, bien... Me, lo, repite, plix??
XXppppppppppppppppppppp
P.D. (desde el cariño, desde el cariño, desde el car....)
Anda que... cada uno con sus cadaunadas. Jajajajjaja, Sir. Yo procuro no hacerlo, pero las comas tienen vida propia, tu sabes, a veces saltan del boli, con una extraña querencia por ir detrás del sujeto y delante del verbo. Y con el ordenador aún es más complicado, pues un leve movimiento y ahí está: la coma agramatical para atormentarte. ;)
Ponte bueno prontito.
Besotes vitamínicos.
Vamos a ver.... a lo mejor eres un "demoño" y no nos lo quieres decir...
Es que me gustar picar con lo de la melancolía y... bueno, no sigo que me da la risa.
Saludos
hOLA felices fiestas y feliz 2008..yo estoy buscando a e-catarsis..que no sé nada de ella y no tengo forma de concertar con ella...´¿tú puedes ayudarme?? dime algo por favor... GRACIAS
Qué tontería más estupenda... Y yo que acabo de emerger de la corrección de textos de la revista y esa tontería la he visto tantas, pero tantas veces...
Beso que te ayude a recuperarte.
Crearemos un club contra la coma intersujetícaverbal, ¿os parece? Entretanto, os saludo a todos con extremado cariño y mi intención más decidida de reponerme pronto. Besos.
Pd.- Mangeles, sólo sé de E-catarsis lo que puede obtenerse de su blog. Lo siento. Creo que somos muchos los que andamos preocupados por el silencio de esta reincidente, y deseando que su condición se cumpla. Un abrazo.
Es bueno que lo recuerdes, yo soy una amante de las comas de todo tipo, especialmente del turrón y de la pizza con mucho queso. Fuera de broma, soy una calamidad con las comas. Espero que ya estés bien y que empieces el año con diez en SALUD.
De catarro a catarro: ¿me se escucha?
Que te mejores pronto y un abrazo.
PD Los optimistas somos irreductibles.
Gracias a ambos, Rosamaría y Tawaki. A tí, amigo, desearte también mejoría y decirte que los pesimistas también somos irreductibles... Besos y abrazos.
Publicar un comentario