sábado, 3 de noviembre de 2007

Mafia de mediocres

Sí, claro, Jiménez Losantos, los reaccionarios incombustibles del PP y toda la Iglesia en pleno, pero a ver si de una pajolera vez nuestros queridos gobernantes dejan de escudarse en la majadería ajena para perpetrar sus calculadas majaderías. Ahora nos salen estas lumbreras de la Educación con eso de que se puede pasar de curso con cuatro asignaturas, y que ello no sólo no rebaja las exigencias a los alumnos, sino que la eleva. Oí a otro de estos listos declarar que se pretende con la medida disminuir el fracaso escolar y la alta tasa de abandono de los estudios. Por supuesto, la preocupación por la estadística es tan propia de los políticos que, sin otro argumento de los muchos que existen, ya podríamos concluir que la medida busca mejorar las cifras educativas de este país, mientras que a los jóvenes y a los niveles educativos y culturales efectivos les pueden ir dando mucho por allí, claro.

Parece que estos individuos no tienen hijos, y si los tienen seguramente sus muchas ocupaciones les impiden seguir su trayectoria académica más allá de la ojeada al boletín de notas. Y así tampoco conocen a los compañeros de sus hijos e hijas, ni el mundo en general, para qué seguir detallando. Otra vez pretenden arreglar problemas que no conocen con medidas insensatas, cuando ante sus narices se producen los problemas reales de la educación, y ante sus narices se despliega un manojo clarísimo de soluciones (nada fáciles ni rápidas, pero más que inventadas) que cambiarían (éstas sí) radicalmente y para bien nuestro entorno.

Los colegios e institutos de Sevilla son fríos en invierno y calurosos en verano, porque no tienen ni calefacción decente ni aire acondicionado. El mobiliario de las clases es penoso, para nada comparable al de cualquier despacho de cualquiera de los cientos de jefecillos descerebrados que pueblan la administración pública. El nivel cultural y la capacidad pedagógica de maestros y profesores raya lo grotesco, y por cada maestro o profesor que enseña con método y apoyado en un bagaje cultural suficiente (a los que sin duda habría que poner un monumento), hay treinta que improvisan y a los que les cuesta mucho articular una frase de más de cuatro palabras. Los medios para la enseñanza son trogloditas, el nivel de las clases de idioma resulta penoso, bastante menor que el nivel de absentismo del profesorado, y además de que todos, sin excepción, seguimos pagando las catequesis oficiales en nuestros colegios públicos, las clases de asignatura alternativa a la religión son patochadas que el docente de turno improvisa, en el mejor de los casos con buena fe, pero siempre sin la más mínima pretensión de que ello suponga un aporte al crecimiento integral del alumno. Todo esto y más lo conoce esa trama mafiosa que es la jerarquía educativa de nuestra comunidad, pero estamos en la Administración, señores, y todo puede esperar salvo el despacho y las ruedas de prensa.

Este año mis hijos trajeron del instituto un escrito que los padres debíamos firmar para darnos por enterados de las obligaciones de los alumnos en el centro. Era un folio escrito por ambas caras, y en ningún momento se hacía alusión a las obligaciones que el Instituto y su personal adquirían con los alumnos, algo que indiqué al lado de mi firma, pero que nadie me ha aclarado mes y medio más tarde. Pero claro, es que hay que ver cómo está la juventud hoy día, y si hablamos de los padres, ni les cuento. Y sí, lo cierto es que gran parte del fracaso de la educación en España es culpa de padres y madres, curiosamente antiguos alumnos. Ésta es otra cuestión que es mentarla, y tenemos a los responsables del tinglado silbando y escudriñando el calendario para ver cuándo cae la próxima inauguración. Y qué decir del trato que reciben esos padres marcianos a los que se les ocurre preocuparse por la cantidad de tiempo que pasan sus hijos en los centros educativos. En los dos cursos pasados tuvimos la fortuna de disfrutar de dos tutoras la mar de lindas en el Instituto, pero las dos (una con muchísima experiencia, y la otra con muy poca pero con muy buena fe y mejor cabeza) no pudieron darnos ni una sola solución para ninguno de los problemas planteados durante el curso. Las dos, cada una a su manera, y con carita de tristeza, vinieron a corroborar esta impresión ya más que contrastada de que la escuela tiene un único fin: ser un obstáculo que nuestros hijos deben sortear para hacerse personas. Y ahora que venga el de la honradez y la honestidaz a convencerme de que toda esa red de poderes que maneja no está podrida hasta la última de sus mediocres ramificaciones, y a mostrarme, para que brille su basura, la basura aún más pestilente que prometen los otros. Esta gentuza, los golfos y los golpistas, se creyeron que somos idiotas…

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, que leo estas cosas y me pongo malita... y hasta violenta. Qué bueno lo de golfos y golpistas. Quousque tandem...?

Tawaki dijo...

Muy triste. Un problema que no quisieron solucionar los unos y que obvian los otros.

Lo pagaremos en el futuro, especialmente los que hoy son niños.

Al menos, algunos padres podrán educar en casa, pero esa no es la cuestión en un país supuestamente avanzado.

Cuánta razón tienes.

Un abrazo,

Sir John More dijo...

Pues creo, querida Ana, que va la cosa para rato, y juraría que a peor... :-( ¿Será que esta civilización se agotó? Entretanto, bailemos... Bss.

Lo peor, amigo Tawaki es que ya estamos notando el fracaso de la educación, y no sólo en el ambiente de la calle, sino en los papaítos y mamaítas de los jóvenes actuales. Y no te digo nada de lo que ocurrirá dentro de unos años, cuando esta generación confundida nos gobierne. Siempre se ha renegado de la juventud por ser eso, joven, pero ha llegado un momento en que renegamos de ella (así, generalizando) por conformista y pacata... ¡Siempre nos quedará Escocia! Abrazos.

amart dijo...

Yo creía que no había nada peor que la mala educación, la grosería, la ignorancia voluntaria. Pero me temo que estaba equivocado. Los jóvenes empiezan a enorgullecerse de ello.

Sir John More dijo...

Pero cuenta, Amart, con que los jóvenes de hoy hacen exactamente lo mismo que han hecho los jóvenes de todos los tiempos, tratar de crear su modo de vida, pero hoy el jodido mercado y los gobiernos con sus grandes corrupciones y sus pequeñas corruptelas, y sobre todo con ese clan de impresentables e inútiles que manejan el cotarro, les han acotado perfectamente ese modo de vida que pueden elegir. Digamos que la única forma que encuentran los jóvenes de oponerse es la mala educación, la grosería e incluso la ignorancia. Todo se resume siempre en lo mismo: la cultura y la educación importan nada al lado de los datos económicos. Menudo futuro... Abrazos desconsolados.

Anónimo dijo...

Te aplaudo y te secundo, esto es para morirse asco, para morirse de miedo, o para, simplemente, morirse.

Lo malo es que esta gentuza, absolutamente fuera de la realidad, tiene como rehenes a nuestros hijos, y a ver qué hacemos.

Aunque yo creo que el voto debería servir para algo, la verdad, aunque sea en blanco.

Me cabrean...

Beso.

Sir John More dijo...

Ayer mismo, amiga mía, tuvimos las tutorías generales de ambos enanos, y qué te voy a decir, más de lo mismo. Ni siquiera la sorna con la que pregunté por la asignatura alternativa a la religión hizo sonrojarse a la tutora del mayor, que por otra parte no parecía ser mala persona, con lo que ya me doy con un canto en los dientes. Que no tiene pedagogía, que no sabe qué contestar a las preguntas importantes, bueno, pero no es mala gente... Por lo visto la del pequeño ya es otra cosa... peor... :-(

Votar... Pues no sé, siempre me ha molestado mucho ese acto cuando votas a unos individuos vanidosos con menos sesos que un caracol... Y el voto en blanco es como reconocer que no hay un buen candidato, pero que el sistema está genial, y yo pienso como Mafalda: ¿Democracia? Jua, jua, jua... Besos.

Anónimo dijo...

De acuerdo totalmente con Mafalda (jua, jua...), y evidentemente la democracia necesita individuos (consumidores...) cada vez mas facilmente manipulables (puesto que los politicos que nos deben manipular son cada vez mas ineptos y menos sutiles), de ahi lo de un sistema educativo cada vez más penco...
Es un sistema perfecto... ¿no crees?
De aqui a unos siglos, probablemente, no habra diferencia entre la humanidad y el foie-gras... (intelectualmente) Afortunadamente nos habremos cargado el planeta ya... no problem...

Sir John More dijo...

De aquí a unos siglos dice... Cacho de optimista estás hecho, San... Pero eso sí, ahí tienes toda la razón, a la mendacidad de nuestros políticos, últimamente se le va uniendo una característica que compite con esta primera: la mediocridad. No hay nada peor que un malo mediocre... Un beso, Mafaldo.