viernes, 2 de febrero de 2007

La fuente mágica


Visitamos Barcelona, una ciudad peligrosa si tienes algún problema de salud. Rebosa arte (grandioso a veces, ridículo otras), pero le faltan servicios médicos. Convencí a los niños para ver la exposición en el MNAC de obras del Museo Metropolitano de Nueva York. Algunos cuadros no los entendí, pero me quedé prendado de Los primeros pasos, de Van Gogh, y sobre todo de un cuadro de una mujer que, de espaldas y desnuda, se remojaba en una fuente natural. Traté de retener el nombre de su autor en la memoria, Courbet. Ya había visto algunos cuadros de este buen hombre y me habían gustado bastante, pero este cuadro en concreto era esplendoroso, inquietantemente sugerente. Al volver a Sevilla me dije que debía conseguir una reproducción del mismo y colgarlo en el Bosque, pero al buscarlo en Internet me llevé la gran sorpresa: el cuadro había cambiado. Primero pensé que no lo encontraba, que tal vez Courbet había pintado dos cuadros parecidos, pero repasando el listado de lo expuesto en Barcelona, vi que no cabía duda. El cuadro que había contemplado era La fuente, de Courbet, pero en todas las reproducciones que he hallado la mujer no está de pie, sino sentada ligeramente sobre un saliente de la pared de piedra, y el perfil que asoma es el izquierdo, y no el derecho como en el cuadro que yo recordaba. La mujer juega con su mano izquierda con el agua que cae de la fuente, mientras que la mujer que yo recuerdo dejaba que cayera el agua sobre su rostro, con ambas manos alzadas a la altura de su pecho. ¡La mujer se había movido!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Su historia despertó, como siempre, mi curiosidad. Tenía que encontrar a esa mujer misteriosa que, de pie ante la fuente, dejaba correr el agua por su cuerpo, sonaba tan sugerente...

No sé si es la misma pero... Pruebe suerte en anarkaris.com
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