El 4 de enero de 2010, algo más de dos semanas después de la muerte de mi padre, publiqué en este blog una entrada titulada Pastora, de Cantillana. Lo dediqué a mi padre, pero también a una mujer que cuidaba a su marido en la misma habitación del hospital en la que estaba mi padre. Lo escribí creyendo que ella nunca lo leería…
El otro día, una de sus nietas escribió un comentario, asombrándose de que aquella mujer de la que se hablaba era su abuela, Pastora Daza, de Cantillana. Luego de leerlo, la propia Pastora quiso dejar este comentario que yo le agradezco de todo corazón.
Soy Pastora de carne y hueso, como tú bien dices.
Este año por septiembre, en la romería de mi virgen, me comentaron que habían visto en internet escrito algo sobre mi, o al menos, ellos se figuraban que me hacia referencia.
Le dije a mi nieta que lo intentara buscar pero no lo consiguió.
El 2 de Abril vino a casa y me dijo; Abuela, toma esto y léelo, que seguro que te va a gustar.
Y cual fue mi sorpresa cuando me encontré con vuestras palabras. Al no poder leerlo le pedí a una de mis hijas que lo hiciera y terminamos todos llorando.
Nunca pensé que pudiera tener respuesta tan bonita, pero sigo pensado que no fui yo, sino mi Pastora Divina la que tendió su mano en esos duros momentos.
Y seguro que tendrá a vuestro padre junto a ella, en el risco de los cielos.
Me gustaría volverlos a ver para daros un abrazo y las gracias.
Mi marido sigue igual, a veces más animado y otras menos pero vamos adelante con la ayuda de ese cristo sangrante como tú bien dices.
Aquí estaré, en Cantillana, para cuando queráis recordar vuestra niñez.
Un abrazo.
Pastora de Carne y Hueso.
Claro que nos veremos, Pastora. Sea o no con ayuda divina, resulta una suerte contar en esta vida con personas como vosotros. Mi padre ahora está muy dentro de nuestros corazones, y a la vez voló al aire frío de diciembre que llenaba la tierra que él tanto había amado. Y sus cenizas se esparcieron por el río Guadalquivir, que alimentó sus sueños durante tantos años. Pero si de veras mi padre está al lado de tu virgen, en ese risco de los cielos, seguro que se sentirá feliz como el chiquillo que nunca dejó de ser, feliz como el hombre que llevó a sus hijos a recorrer y explorar todos los riscos del mundo. Un beso.
3 comentarios:
Es emocionante. Un abrazo.
Un beso.
Un beso a ambas. Aprovecho para rectificar. Me dice Pastora María, nieta de nuestra Pastora de carne y hueso, que su apellido no es Muñiz, sino Daza. Queda corregido...
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