Durante más de un mes ha sonado en el coche un disco rebosante de hermosas cantatas de Bach. Enredarse en la música del mejor compositor de todos los tiempos es la mejor forma de escapar de uno mismo, aunque siempre corra uno el riesgo de encontrarse definitivamente…
Los fríos del invierno tardan en disolverse, pero la primavera, con sus doradas y amplias propuestas, va abriendo las tardes y adecentando las ilusiones. Cambio el disco en el coche. Coloco uno variado: Rush, Stevie Wonder, Zappa. Suena ahora Broadway the hard way, uno de los muchos discos collage de Don Francesco, y conforme suena voy recordando cuánto se parece la música a los sueños. Frank Zappa, en conjunto el músico más interesante del siglo XX, entre bromas da consistencia a esta tarde que anochece, me eleva lo justo para que el tiempo no pisotee mi alma. Con él recuerdo lo cálida y acogedora que puede ser la música…
4 comentarios:
Escribe Cioran, en sus Silogismos de la Amargura, lo siguiente:
"Sin Bach, la Teología carecería de objeto, la Creación, sería ficticia; la Nada, perentoria. Si alguien le debe todo a Bach, ese es, sin duda, Dios".
Genial frase y verdadera donde las haya.
Y que lo digas, Cisne. Si Bach es, con mucho, al que Dios le debe sus mejores actos sobre la tierra, si no su propia existencia, nadie como Cioran llegó hasta tan al fondo de nuestras desvaídas verdades. Bienvenida a esta humilde morada. Con tu permiso daré alguna que otra vuelta por la tuya.
Buen refugio la música, agrego Litz, y las fogosas de Chopin y Grieg. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, aunque puestos a agregar creo que no acabaríamos en varios meses, ¿verdad? Besos.
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