Alguna vez escribí que los pensadores pesimistas tienen siempre mal cartel, pero que cualquier portada de cualquier periódico, o cualquier sección de titulares de cualquier informativo nos proporcionaba más razones para el pesimismo que todo lo que esos pensadores pudieran decir en su vida. Y con una diferencia: el pensamiento siempre busca soluciones, y en su defecto un consuelo razonable. En cambio, la realidad resulta siempre aplastante, definitiva. Sólo el pensamiento puede salvarnos, explicando los problemas, buscándoles solución o una alternativa tan humana como los propios problemas.
Ayer una mujer asfixió a sus dos hijos en un hotel de Lloret de Mar. Cuando la policía se había llevado a la mujer y retirado los cadáveres de una niña de cinco años y un bebé de uno, alguien dejó un ramo de flores en la puerta de la habitación donde se había cometido el crimen, con una nota que decía: “RIP. Dios ha ganado dos ángeles”. Dios tiene caminos detestables para ganar ángeles. Imagino que lo que empujó a esa madre a asfixiar a sus dos criaturas se encuentra precisamente contaminado de esta idea de Dios y del más allá, de este consuelo a través de la ceguera y de considerar irrelevante cuanto hagamos, como simples hijos del Todopoderoso, en este mundo que es sólo un lugar de paso.
Sólo hay dos posibilidades: Dios no existe, y entonces quien dejó el ramo es un pobre diablo incapaz de encontrar un consuelo más eficaz y menos podrido. O Dios existe, y es un verdadero cabrón, y quien dejó el ramo un instrumento ridículo de su
perversidad. Nadie debería dudarlo, los chiquillos ya descansan en paz, en una paz exagerada...
15 comentarios:
Los antiguos tenían dioses para todo, de los que nadie esperaba bondad. Quien dejó el ramo, más allá de las posibilidades que comentas, trataba, sencillamente, de expresar dolor-amor-horror-consuelo-compasión (probablemente en el mejor sentido)a través de unas flores. De honrar, de alguna manera, lo incomprensible, ese dolor del mundo que nos supera de largo (en este universo casi todo nos supera de largo) y humanizarlo en la pequeña medida en que se puede. Puedes ridiculizar su Dios doméstico (El de la Biblia dice, hablando también del mal "Yo, el Señor, he hecho todas estas cosas", y era el Dios arquetípico, interno, del que decía Jung que los humanos teníamos como misión dotar de consciencia), pero no su acto de dolor-amor si no quieres añadir frialdad a un mundo ya bastante frío.
Lo de matar cachorros se da con cierta frecuencia en el mundo animal. La madre humana que lo hizo probablemente estaba bastante perturbada, en un estilo tal vez explicable por una mezcla de sociobiología y psicología profunda. Y los chiquitines... Ahí me quedo muda. Acunando el dolor.
Un beso.
Hay ciertos componentes de la compasión y de muchos otros sentimientos humanos que, tal vez, por la propia esencia bondadosa de esos sentimientos, pasamos por alto e incluso podríamos decir que perdonamos. La compasión, el amor, el horror, el dolor y el consuelo se pueden expresar con flores, con lágrimas, incluso con silencio, pero la forma de hacerlo no es inocua, como no lo es nada de lo que hacemos. Jamás diría que esta persona que dejó las flores sea culpable del horror en el mundo, ni de la política ultraterrena de esta Iglesia ni de ninguna otra, pero consciente o no colabora con que estemos jodidamente rodeados de estos mensajes disimulados e interesados. Se me muere un amigo al que Dios le importaba un carajo, y su despedida está llena de Dios por todas partes. El crucifijo lo preside todo, incluso su ataúd, y no, no creo que sólo sean símbolos de consuelo, sino mucho más, algo más relacionado con un negocio que tiene dos mil años de antigüedad, si no más.
Pero en este caso hay otro componente que me parece aberrante. ¿Cómo se puede escapar del horror ante la muerte por asfixia de dos niños con ese ñoño e insultante consuelo de que Dios ya tiene dos ángeles más? Ni siquiera son ellos los protagonistas, ni siquiera se han mudado las criaturas a un lugar mejor, a un lugar donde seguir sonriendo inocentemente. No, Dios es el que gana dos ángeles. Ante la muerte de los seres queridos siempre he sentido cómo se me revolvían las tripas cuando alguien llegaba, me pedía que confiara en Dios, y luego se iba a seguir viviendo como si nada hubiera pasado. La religión, sobre todo la organizada empresarialmente, conoce perfectamente los mecanismos de nuestros sentimientos, y trata de infiltrarse en ellos de la manera que sea. Eso es lo que me da más asco de este caso. Lo demás, tienes mucha razón, posee mucho de incomprensible y de tristeza inconsolable.
Beso por beso.
La visión amarga del mundo, a fuerza de tener razón, acaba por dejarse la ternura en el tintero. Lo cual agrava la amargura del mundo. Es posible morirse de frío cargado de razón. Y ojo, que no me refiero a poblar el cielo de dioses.
Pero los valores de cordura, solidaridad, ternura, justicia, y todos los que quieras poner, son un invento reciente de la naturaleza. Son propios, hasta donde sabemos, de nuestra especie, y aún bastante balbuceantes. Pedir maduraez universal es un poco... prematuro.
Un altre beso.
No estoy muy de acuerdo en varias cosas: desde mi punto de vista, la visión amarga (y razonable) del mundo es la más cercana a la realidad, o a lo que todos solemos llamar realidad. Pero la visión amarga del mundo no tiene por qué incluir una cláusula de inmovilidad. De hecho, ese miedo de siempre, ese miedo infantil que describes con tu soneto y que muchos, tal vez todos, conservaremos hasta que nos vayamos, es parte de esa amargura (la distinción entre amargura y tristeza o melancolía no me parece demasiado acertada, o en todo caso admito diferencias mínimas, insustanciales), y sin embargo genera dentro de nosotros no sólo ternura y calor, sino pura vida. Ir más allá de la razón es, por supuesto, una necesidad que todos tenemos, pero determinadas formas de ir son las que me sublevan. ¿Cómo voy a criticar a mi madre por haber sido devota de Fray Leopoldo y de Sor Ángela de la Cruz? ¿Pero cómo no voy a ser consciente de que esa devoción podía haber sido canalizada por vías más razonables y humanas, como mínimo tan cálidas como las primeras? De igual modo, la persona de las flores puede ser encantadora, pero el acto en sí me parece un pequeño episodio más de esta historia papanatas e incomprensiblemente popular que es el cristianismo.
Pedir la madurez universal, así, de golpe, puede ser prematuro, pero pedir, descubrir algunos disfraces que venden al por mayor determinados espabilados, desenredar las tramas corruptas del espíritu, así como pedir que la madurez universal sea cada vez más humana, más tierna, más justa, más solidaria y sobre todo más cuerda, ésa es la única libertad segura que nos queda. Al menos hoy y aquí.
Besos razonables.
Hace mucho que no comento, por falta de tiempo, aunque te leo a diario pero hoy quiero dejar dos pinceladas.
Escribes en uno de tus comentarios: '¿Cómo se puede escapar del horror ante la muerte por asfixia de dos niños con ese ñoño e insultante consuelo de que Dios ya tiene dos ángeles más?'.
Estoy segura de que quien dejó ese ramo de flores con ese mensaje lo último que quería era insultar a nadie como también lo estoy de que para él, o ella, la Fe es un consuelo por incomprensible que a tí te parezca. Y la Fe no es antitética a la razón pero ésa es una discusión ya muy antigua en la que los defensores de una y otra postura no vamos a ponernos de acuerdo jamás, así que sólo queda que ambos flancos nos respetemos por incomprensible que nos parezca la postura contraria.
En otro comentario díces:'Se me muere un amigo al que Dios le importaba un carajo, y su despedida está llena de Dios por todas partes. El crucifijo lo preside todo, incluso su ataúd, y no, no creo que sólo sean símbolos de consuelo, sino mucho más, algo más relacionado con un negocio que tiene dos mil años de antigüedad, si no más'.
Estoy de acuerdo en que las funerarias son un negocio descomunal. Te recomiendo que leas un divertido libro sobre el tema de Jessica Mitford - 'The american way of death' - pero la muerte no es ningún negocio para la Iglesia Católica. Supongo que la familia de tu amigo, no pidió que no hubiese símbolos religiosos en su entierro porque de haberlo hecho, no tengo ninguna duda de que su voluntad se habría cumplido. Lo sé porque conozco unos cuantos casos en los que así se ha hecho.
Besos discrepantes.
Sólo hay una posibilidad: Dios no existe.
Cada uno asume esa realidad como puede, sabe, quiere o le han enseñado, que algunas veces es obviando la propia realidad. El ser humano está condenado a ser libre, así que dentro de esa libertad y de puertas para dentro de nuestra conciencia, cada uno puede sobrellevar la soledad del mundo como menos duela.
Leo en el comentario de T : "La Fe no es antitética de la razón", se me escapa por qué intrincados laberintos se puede llegar a esa conclusión, puede que haya leído poca teología, será eso.
Y respecto a lo que dice sobre la muerte y el negocio para la Iglesia Católica, supongo que pasa como con la publicidad no deseada, por principio te la cuelan, después puedes escribir una carta pidiéndo que no te la manden y esperar a que te hagan caso. La mayoría de la gente que pierde un ser querido, imagino que no está para muchas zarandajas en esos momentos. El dolor no siempre deja la lucidez necesaria para ocuparse de esas cosas. Aunque también conozco casos de funerales laicos, es verdad, tristes, emocionantes, llenos de amor y en los que nadie pide "alegrémonos hermanos".
Que yo sepa, la Iglesia católica es la única de la que uno no puede borrarse. Es prácticamente imposible la apostasía, "eres , por defecto, católico, a menos claro, que escribas una carta para impedir el "buzoneo" y esperar a que te contesten.
Que conste, querido/a T, que no escribo esto cabreada, ni está en mi mente polemizar. Entiendo la necesidad de consuelo, de alivio para el sufrimiento y que muchas personas la encuentren en la religión. Más bien escribo desde el cansancio que me da la generalización, lo que yo considero un engaño y el profundo desprecio que siento por cualquier institución religiosa.
Mis saludos para el dueño de la casa.
Lanzallamas S.L, a su servicio.
http://www.youtube.com/watch?v=r1Wwn0E6oik&feature=related
Bueno, publico mi respuesta en dos capítulos, porque ¡he sobrepasado el límite de caracteres de los comentarios! ¿A que ninguno de vosotros sabía que esto tiene un límite? Yo me acabo de enterar. Justo cuando iba a colgar mi mensaje he visto que la amiga Lanzallamas, con el tono educado pero decidido que la caracteriza, ha adelantado alguno de mis argumentos, pero igual te contesto, T.
Antes de nada, y aunque sueles hacer visitas silenciosas (actividad que yo también frecuento últimamente), expresar mi alegría por verte de nuevo por aquí, o mejor por leerte de nuevo por aquí, T. Después de más de tres años de blog, mis primeros amigos blogueros siempre me provocareis una sensación profundamente agradable. Yo también leo tus cosas silenciosamente…
A ver, sobre lo primero que hablas, sobre la intención de esa persona al dejar el ramo de flores, estoy contigo en que hay bastantes posibilidades de que la intención de esa persona no fuera insultar a nadie, como tampoco lo es la del curita octogenario que intenta que los niños y niñas de su parroquia no se masturben. Creo haber dejado claro, con la mención de mi madre, que lo que aquí critico no es la intención de esa persona, sino el hecho, un hecho que viene dictado por las circunstancias. Esas circunstancias son las que hacen que no podamos hablar tú y yo en términos de igualdad (teórica, me refiero), puesto que el cristianismo ha invadido hasta el último rincón de nuestras vidas, y el respeto a la fe significa muchas veces quedarse calladito ante esta invasión de la vida humana por revelaciones supuestamente divinas.
Cuando digo que mi amigo Jesús murió rodeado de símbolos y de ideas cristianas, cuando a él todo aquello le importaba bastante poco, digo exactamente eso. Que su familia sea la más devota de la historia no invalida una coma lo que he dicho. Una persona debería tener el derecho a vivir y morir con los símbolos y los contenidos que prefiera. Verás, un ejemplo más claro: cuando murió mi padre en diciembre, ni mis hermanos ni yo deseábamos que se diera el responso que en el tanatorio se les da a casi todos los muertos, sobre todo porque a él aquello le hubiese dado igual. En mi caso, sólo pensar en escuchar a un señor que se dirigía a mi padre sin conocerlo, diciendo lo que a mí me parecen sandeces sobre el cuerpo muerto de mi padre, ya me ponía los vellos de punta. Sin embargo, su hermana, mi tía, una buena mujer, sin mala intención ninguna, deseaba ese responso. Ella lo deseaba, y si lo deseaba, en mi opinión, era por una educación que el franquismo más trasnochado les hizo tragar a todos los niños de este país, incluido un servidor. Así pues, por respeto a ella, pero no a sus creencias, tuvimos que aguantar que mi padre, que al final de su vida no creía en estas cosas, acabase mentado por un tipo de maneras contrahechas, que desafinaba como un maldito, y que repetía como un loro pasajes de ese libro cansino y sobrevalorado que es la biblia. Ése es un solo detalle. Lo cierto es que (continúa en el siguiente comentario...)
Bibliografía elemental: Diálogo entre Fe y razón. Joseph Ratzinger, todavía no era Papa, y Jurgen Habermas.
Fides et Ratio, encíclica de Juan Pablo II. No es exactamente teología pero puede servir.
San Agustín también dedicó algún que otro escrito a este tema y el Aquinate, naturalmente, escribió sobre el tema en su Summa Teologica.
Hay otras muchas obras teológicas dedicadas a este debate, tan viejo como el mundo, Maimónides, por ejemplo tiene una estupenda, pero no sólo teológicas, por no irme muy lejos en el tiempo, en la actualidad ilustres pensadores y filósofos agnósticos, Habermas, Pera, incluso Umberto Eco, han tratado el tema.
Yo también escribo son acritud pero no por ello con menos claridad. Que yo sepa, las funerarias son negocios privados que regentan particulares para su lucro y que si tienen féretros con crucifijos es porque así lo demandan la mayoría de las personas, por creencia o por costumbre, que de todo hay. En consecuencia, imagino que el día que la demanda de féretros sin símbolos religiosos sea importante, se apuntarán a la velocidad del rayo al negocio.
Y por otra parte, no conozco cura o parroquia que diga un funeral sin que se lo pida alguien.
Yo estaría encantada de que los católicos lo fuésemos por convencimiento y no por costumbre o hábito social, así quedásemos cuatro, se lo aseguro y me parece muy bien que haya ateos, agnósticos, mahometanos, budistas, taoístas o adoradores de la Pacha Mama, pero con el mismo derecho pido que a mí se me respete la libertad de expresar mis creencias públicamente.
Yo creo que lo de unir religión y franquismo es un argumento bastante escaso, si me lo pemites, pero reconozco que muy efectivo políticamente. Hay millones de católicos en todo el mundo que lo son sin necesidad de Franco. Muchísimos en democracias bastante antiguas y acrisoladas. En España ha habido católicos antes de Franco y los seguirá habiendo muchos años después de que sea una pequeña anotación en los libros de historia.
Y te digo más, España que siempre ha sido bastante anticlerical, siempre ha tenido un sentimiento religioso muy profundo, con manifestaciones bastante exageradas para mi gusto que soy más partidaria de una religiosidad sin mucho aparato. Yo veo la Semana Santa sevillana, que por otra parte es preciosa, y alucino, por decirlo con términos coloquiales, Y no creo que éso se deba a Franco por mucho que la Macarena siga luciendo el fajín de Queipo de Llano.
Más polémica, probablemente, otros días y sobre otras cosas.
Un par de cositas, amiga T, e intentaré ser telegráfico. La teología no me interesa demasiado en cuanto discurre desde los presupuestos inmutables de la Fe. He leído a algunos teólogos en mi juventud, a algunos agnósticos de los que citas, y a muchos otros estudiosos que trataban de aportar argumentos en el tema sin los límites de ninguna creencia previa. A los clásicos los hemos estudiado hasta la saciedad en la escuela y la universidad. Los libros que he recomendado tienen algunas valoraciones, pero su principal valor es el de aportar muchos datos históricos sobre la Iglesia y sobre su política terrestre.
No he pretendido criticar a las funerarias. Los tanatorios me parecen el invento del siglo, y las funerarias y las compañías de seguros de defunción son de las empresas que mejor trabajan, y exactamente, son servicios privados. Que sirvan muchos crucifijos es comprensible, la gente los pide, y a muchos otros que no los piden y a los que les da igual, se los ponen sin decir nada. Y muchos otros se cortan bastante a la hora de decir que no quieren curas ni dioses ni historias en algo tan, tan personal, como el adiós a una persona querida. Si somos algunos blasfemos ateos, y colamos en estos casos por lo que decía Lanzallamas, porque en esos momentos lo menos que deseas es montar ningún espectáculo. Cuando mi madre estaba en la sala del Tanatorio entró el cura de paisano y me preguntó si me importaba que entrara a decir una oración (para sí mismo, no para el publico congregado) por mi madre. En otro momento le hubiese dicho que sí que me importaba, que se metiese en sus asuntos, pero entonces le dije: claro, haga lo que quiera, daño no le va a hacer a mi madre. Y los curas dan las misas (y las cobran) porque la gente las pide, por supuesto, pero idem, eadem, idem, ése es el problema, que tanta gente las pida, tanta gente que no ha tenido demasiado contacto con la razón como para saber dónde debe empezar su fe. Si las funerarias quieren saber cómo adaptarse a los vientos imperantes para seguir manteniendo el negocio, sólo tienen que estudiar la historia de la Iglesia hasta nuestros propios días.
Nadie en su sano juicio, y en condiciones normales, te negaría tu libertad de expresión (de tus creencias o de tus gustos o de lo que sea). Lo que sí prohibiría yo es la mafia que la Iglesia católica tiene montada. Minimizar los efectos del franquismo es, perdóname T, desconocer por completo la historia real de este país, y la realidad religiosa de otros países (con democracias acrisoladas, pero bastante jóvenes comparadas con los dos mil años de proselitismo) no evita que cuarenta años de Iglesia hasta en la sopa hayan afianzado con saña las teorías bíblicas en el españolito de a pie. Por supuesto, la religión viene de hace mucho más, y el anticlericalismo que dices que lo caracteriza fue aplastado por muchos dictadores, reyes absolutistas, inquisidores a manojos, y no sólo por Franco. También se caracteriza este país por determinadas épocas de tolerancia con todas las religiones, y te recuerdo que fue el catolicismo el que, aliado con los poderes de siempre, dio al traste con esos períodos de tolerancia. El mismo Ratzinger es un declarado defensor de la supremacía del catolicismo sobre el resto de las religiones y de la necesidad de convertir a todos los infieles y ateos, aunque por cuestiones de política empresarial y de imagen suelte a veces frases conciliadoras.
Sobre la Semana Santa sevillana, como expresión religiosa, habría mucho que hablar, aunque no aquí, en Sevilla. Es un tema tabú a no ser que hables de pasos, de mantos, de hermandades y de pasión. Y a mí me interesan otros muchos tipos de pasión, claro.
Joé, iba a ser telegráfico. Sobre todo, T, absoluta libertad de expresión, y mucho más cuando por muy claras que queramos decir las cosas, las decimos con una exquisita educación.
telegráficamente también porque voy a cerrar la tienda. Cuando hablo de democracias acrisoladas no me refiero a los Estados Unidos sino a Francia, Alemania o el mismo Reino Unido, en el que el cisma se produjo por voluntad de un rey pero en el que la religión, la anglicana, es tan importante que la misma reina es la la cabeza de la Iglesia.
De tu último escrito deduzco que tus principales objeciones se dirigen no a la religión en general sino al catolicismo en particular porque si no, no termino de entender la referencia a que España fue muy tolerante con las tres religiones del Libro, que por cierto a mí no me parece que esté sobrevalorado. Pero en cualquier caso, la raigambre del catolicismo en España es muy anterior a Franco. Te recuerdo que España abanderó las guerras religiosas en Europa, en favor del catolicismo, cuando la Reforma protestante.
Por último, lo de unir Fe e ignorancia, o poco trato con la razón, me parece que díces tú, me parece un prejuicio de aurora boreal.
Y no, no desconozco la historia reciente de España, precisamente por eso, afirmo que unir franquismo y catolicismo es una falacia más de las muchas circulan con gran éxito. (Podría añadir que entre gente muy desinformada o únicamente formada en una determinada dirección pero caería en el mismo prejuicio que antes te he atribuído a tí)
Franco se sirvió del catolicismo como de tantas otras cosas pero te recuerdo que hubo mucho cura contestatario, que Pablo VI no le tenía ninguna simpatía y que hay mucho dirigente de izquierda militante, o lo que quede de ella, que podría contar lo que daban de sí algunas sacristías.
Querida T. nadie ha cercenado tu libertad de expresión, que yo sepa. Llevarte la contraria no es mermar tu libertadde expresión, al contrario, es darle alas. No hay ideas respetables, las ideas deben debatirse, discutirse. Son las personas a las que debemos respetar y creo que en ningún momento se te ha faltado al respeto. En cambio, la fe que tú profesas no ha respetado ni las ideas, ni la libertad de expresión, ni siquiera a las personas.
Gracias por la bibliografía, creo que declinaré la oferta. No interesa nada lo que puedan decirme el señor Ratzinger o Juan Pablo II.
Lanzallamas SL
La religión católica, desde que los cristianos primitivos consiguieron dejar de ser una confesión más, y se hicieron con el poder para machacar al resto de confesiones, a los herejes, a los ateos y a todo bicho viviente que no comulgara con sus estupideces, no ha dejado de ser impuesta por el propio poder, y poder e Iglesia se han confundido siempre en la historia de España y Europa.
Mis principales objeciones van dirigidas al hecho religioso, a la Fe que no a la fe, sea católica, musulmana, hebrea o budista. Pero a quien llevo más de cuarenta y siete años sufriendo es la religión católica, claro. Franco afianzó el catolicismo en España en una época en la que occidente hacía tímidos esfuerzos por sacudirse los dogmas de fe y cambiarlos por reflexión y libertad.
He relacionado Fe con ignorancia, pero no puedes poner en mi boca conclusiones que yo no he sacado. Digo que la fe es lo que nos queda cuando no nos da más la razón, y que la Fe (con mayúsculas) es una forma de fijar ese límite de modo que nuestro pensamiento no pueda progresar en determinados temas, respetando unos dogmas interesados y tremendamente útiles al poder que impone la religión. Así pues, no considero que alguien que tiene Fe es alguien ignorante por definición. Yo puedo ser bastante más ignorante que esa persona, pero ella posee unos límites que yo no poseo, y lo que es peor, no es demasiado respetuosa con su calidad de ser pensante, respetando mucho más algunas leyes ajenas que dictan unos señores ricos y mafiosos, que su propia capacidad de reflexión.
Por último, siento discrepar contigo de nuevo: la Iglesia ha estado durante toda la historia de España al lado de los poderosos, y en muchos períodos ellos mismos han sido los poderosos. Por ejemplo, el intento que supuso la Constitución de 1812 y el posterior movimiento liberal de muy variados sectores del país, intento de democratizarlo y de extender la educación y la cultura a sus habitantes, fue aplastado porque el Clero y los sectores más conservadores y reaccionarios del País Vasco, Navarra y Cataluña se alzaron en armas para defender a un Rey profundamente católico y absolutista como Fernando VII. Y la represión fue brutal, cruel, sanguinaria... como siempre en la historia de la Iglesia. Salvo a gente de mentalidad especial (algunos terroristas reconvertidos en historiadores o algunos nostálgicos de la dictadura), a nadie se le ocurriría afirmar que la Iglesia no tuvo un papel crucial en el mantenimiento del Franquismo. Que hubiera algunos curas en el otro bando, ayudando a la gente, no significa absolutamente nada, porque el clero en esa época de España fue cruel y retrógrado. Y por cierto, todo el mundo sabe que Pablo VI se opuso, como buen cristiano, a la dictadura en España, y que condenó inmediatamente los crímenes franquistas en voz alta y clara... Por favor, la Iglesia en España ha sido un cáncer del que, desgraciadamente, y gracias a esa gente de izquierda que nombrabas, nunca nos vamos a librar.
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