domingo, 29 de julio de 2007

Cáncer


Noche. Tres tintos de verano. Nunca hice caso al horóscopo, y ser cáncer jamás supuso más que eso, ser cáncer, una especie de aérea nobleza algo traicionera. Pero la luna… Tres tintos de verano y la luna allá arriba, casi llena, aunque ya sonriente. El músico ambulante acaricia el acordeón, y su acompañante puede tener acaso la edad de mi hijo mayor, trece, catorce años. Lleva una pequeña pandereta con la que acompaña la música y luego pasa la gorra. ¿Qué sentimientos arderán en su pecho de niño? El músico conecta el amplificador, bajo el acordeón danza elegante un piano grabado. La música me recuerda a París, donde nunca he viajado pero donde he estado tantas veces… La luna… Brillos de luna se esparcirán ahora, justo ahora, por aquella playa desierta, por los cerros altivos del fin del mundo, y andarán alumbrando con la luz justa las imprudencias de los soñadores. ¡Qué mundo! La pandereta, los sueños, la luna… Una gran lejanía se genera a mi alrededor, y aun rodeado de gente percibo la soledad y recuerdo a los muertos, que bajo la luna sonriente se mirarían también en el espejo de la noche, y se contemplarían también solos, solos en el centro de la nada.



6 comentarios:

e-catarsis dijo...

La luna (interesante nombre para un EL) ha fascinado siempre al hombre a ese circulo blanco más o menos completo (según fases) se le han dedicado muchas estrofas y a ella se le han atribuido poderes mágicos (me encantan las historias de licántropos)...controla las mareas a su antojo así que... ¿ aún te extrañas?
:)

Anónimo dijo...

¡Ay, amigo! A nosotros los cáncer, la luna nos maneja a su antojo, por mucho que no nos demos cuenta de ello o que no lo creamos. Sólo podemos aceptarlo y procurar caer en la cuenta cuando nos invada esa especial melancolía del plenilunio.(Tampoco está mal tener una excusa, ¿No?)
Valiente tu entrada sobre los celos y la fidelidad.
Un abrazo.

Raquel dijo...

Casi llena. Esta luna está bellísima.
Los cáncer sois su antojo y su requiebro. Ella lo es para vosotros también. Y esos instantes...infinitos.
Hermoso post sir john
Hasta pronto

Anónimo dijo...

Me encanta la luna y no soy cáncer, nada me agrada más que ver su reflejo en las aguas del mar.

Me gusta como escribes.

Gracias a tí.

Sir John More dijo...

Se agradece el halago, Fusa (aunque, por fortuna, no lo acabe de asumir), pero sobre la luna tenía que preguntarte: ¿la luna se ríe de ti? Pues de mí sí, y juraría que también de los cáncer. Y mira que lo dice alguien que descree profundamente de los horóscopos. Una incoherencia más... No sólo nos gusta la luna, ella nos domina, se carcajea de nosotros cuando se llena como una patata adorable...

Un beso, y ojalá encuentre tiempo de visitarte más a menudo.

Fuga dijo...

Tu post de arte me parece muy sesudo y no son horassss..., así que me pasé a leer tu respuesta, yo no respondo :-(.

Conoces la historia de amor de la luna??, es preciosa, yo la tengo en una PPS con una música adorable, la quieres?. Le tengo un cariño especial quizá por ser mi primer correo recibido hace muuuuuchos años.

Ya me dirás.Un beso alunado.