lunes, 26 de febrero de 2007

Música


La música usa
pasadizos secretos
para invadirnos el alma
A diferencia de otros ruidos
que siguen los trámites
normales del sistema auditivo
la música se cuela
por laberintos inconcebibles
los construye a su paso
y en el camino de nervios amarillos
la música
esparce alusiones
a la delicia de vivir
al disgusto de morir
Concibe dioses conmovedores
fantasea libertades
que luego la vida
arrogante desmiente
y dibuja lágrimas
la música
que son luciérnagas
en las noches de dolor
Concede un respiro
a nuestros ritos cansados
Retumban en mi sangre
y en mi sed
los sonidos de la aventura
la aventura de los sonidos…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Nacido con un alma normal le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos..." Cioran

Anónimo dijo...

Bello.

Este poema también e música.

Sir John More dijo...

Nhaar, ¿qué decir de Cioran? Y ¿qué decir de ti...?

Roxana, me salió el poema un poco en stacatto, ¿no crees? Al menos creo que dije lo que quería decir, y eso ya me vale. Dejo el ritmo de las palabras bailarinas a los poetas de verdad como tú...

Besos.

Anónimo dijo...

Debo agradeceros el privilegio (y la sorpresa) de hallar mi nombre tan cerquita del Maestro.
Hablar de Cioran... uf!
Hablar sobre mí... Compartiendo un buen vino y con unas cuantas horas por delante podría contaros tantas cosas... Por no decir las que me contaríais vos!