lunes, 22 de julio de 2013

El blog de Blanca

Esverle

Esto de escribir tiene indudablemente su aquel. Hoy lo comentaba con un amigo que anda embarcándose con decisión en la tarea: aunque uno no deje de intentar hacerlo lo mejor posible, no es realmente determinante que se haga bien o mal, porque lo importante es realmente ponerte ahí, a contemplar cómo estos monstruitos borrosos consiguen dibujar sobre una superficie vacía algunos de los rasgos de tu alma.

Hace unos días aparecía en el Diario del Alto Aragón una noticia sobre Angelines y su blog, un ejemplo de cómo las palabras pueden regar una vida, y de cómo una vida puede generar hermosas palabras. Y es que un blog es mucho más que un cuaderno de bitácora…

Ahora es mi sobrina Blanca la que da la sorpresa. Con sus trece años divinamente cumplidos, asombra a su pobre tío con un blog en el que anda creando una historia, la historia de una muchacha que ama los libros y busca los tesoros de la vida. Y lo hace con frases bien construidas, con ingenio en los diálogos, con gusto en las descripciones, con una capacidad inusual para describir las escenas. Como le dije hoy, hay cositas que pulir, tal vez siempre las habrá, pero tiene madera, sí señora, madera de escritora. No sólo no hay muchos chavales con trece años que escriban así, sino que he visto libros publicados no tan interesantes ni tan elegantemente escritos…

¡Blanca, ya estamos esperando el siguiente capítulo!

3 comentarios:

Sandro dijo...

Genial! A ver si va a ser genético el gusto por la pluma!

trimbolera dijo...

Me has dado una gran alegría, muchas gracias. Ahora mismo paso al blog de tu sobrinita que promete mucho. Un abrazo muy fuerte.

Sir John More dijo...

Bueno, de alguna forma sólo os separan unos pocos añitos... :-)

Un beso, Angelines.