miércoles, 21 de marzo de 2012

Joder, hay que echarlos

Arenas y Rajoy

Es que es verdad, joder, hay que echar a estos sinvergüenzas. Es cierto que una mayoría significativa de políticos anda metida hasta las cejas en la corrupción, y que el resto, como poco, estafan a sus electores cambiando sin sonrojo sus programas tras las elecciones, echando mano del cinismo y la chulería en lugar de la honestidad y la elegancia. Y es cierto que en todos los partidos cuecen habas, pero joder, hay que echar de una vez al PSOE de Andalucía, de Asturias y del universo.

También es cierto que el PP viene privatizando servicios básicos cuya única garantía de universalidad reside en su carácter público, y que como ya andan demostrando allí donde tienen el poder, harán que los servicios sociales, la sanidad y la educación privados obtengan más y más ayudas por parte del estado, mientras que sus hermanos públicos irán quedando poco a poco como un triste residuo, limosnas de urgencia para las masas de pobres y piojosos, que además deberán pagar dos veces el servicio. Joder, es cierto, pero vuelvo a decirlo: hay que dar una oportunidad al PP y echar a los otros sinvergüenzas.

Eso es lo que tenemos que hacer, dejar de pensar tanto y guiarnos por nuestros ascos. ¿Que para largar a esta cuadrilla de afectados delincuentes socialistas se hace necesario que cada uno se clave un puñal en la espalda? Se lo clava uno, oiga, lo que haga falta. Es que ustedes no saben hasta dónde ha llegado la prepotencia y el caciquismo de estos socialistas... Sí, de acuerdo, los conservadores hacen lo mismo allá donde gobiernan, y su partido está sumergido en un mar de escándalos, pero… no es lo mismo, y es que el cambio es necesario. ¿Que no es un cambio a mejor? ¡Mala suerte! Ya reflexionaremos sobre el asunto dentro de un tiempo, y en cuatro u ocho años echamos al PP y ponemos a otro... Tenemos todo el tiempo del mundo, porque nuestra capacidad de sufrimiento es inmensa, sobre todo cuando acucia el miedo a perder nuestra grotesca pero amable normalidad.

Roto_despido_baratoAdemás, que todos debemos contribuir al cambio, que la cosa está muy mala. Es verdad que los bancos ganan más y más dinero, y que entre ese dinero que ganan están los miles de millones que nuestro amado gobierno les regala a cambio de nada. También es verdad que las grandes empresas, plagadas de agradecidos políticos, no dejan de obtener enormes beneficios, parte de los cuales provienen de ahorros en gastos laborales, de despidos y recortes en salarios y garantías sociales de los trabajadores; que a la mínima se van a otros países donde puedan encontrar verdaderos esclavos que tengan verdaderas ganas de trabajar. Por supuesto, los socialistas siempre entendieron que éste era el camino, pero fueron tímidos y calculadores, y no acabaron de aceptar del todo que el mal traería el bien. ¡Y es que todos tenemos que hacer un esfuerzo, que ya hemos dicho que la cosa está muy mala, oiga! Y hay que seguir comprando armas, y fabricándolas para vendérselas a esas hordas de moros y negros andrajosos que no saben vivir sin matarse. Hay que dejarse ya de tanta justicia, de tanta palabrería, porque la decisión es lo que importa. Antes la cifra del paro aumentaba por la incompetencia socialista, ahora sube como prueba irrefutable de que la reforma laboral que sostiene el desempleo nos llevará, en un plazo razonable, al paraíso de la plena esclavit… quiero decir, al paraíso del pleno empleo.

Por ejemplo, si los pérfidos socialistas mantienen hoy una red repugnante de residencias de la tercera edad, en la que se aparca a los viejos para que, aislados de los estímulos de la vida y despojados de muchos derechos Vincent_van_Gogh_-_Old_Man_in_Sorrow_(On_the_Threshold_of_Eternity)fundamentales, se convenzan de que lo suyo es morirse prontito y dejar de dar la lata, ante eso lo que hay que hacer es aupar a la derecha que acabará con el problema: los gastos en residencias, en ayudas a la dependencia, en medicina, en ayuda a domicilio, resultan a todas luces excesivos, y ¡todos debemos poner de nuestra parte, joder! Así que el que quiera aparcar a un viejito que pague el parking de su bolsillo... No nos iremos a asustar ahora, ¿verdad? Miremos a nuestros padres y nuestros abuelos. Debieron superar épocas terribles, y eso los hizo crecer como personas. Eso es, estamos demasiado protegidos por Papá Estado, y a partir de ahora Papá PP se quedará con el dinero de nuestros impuestos para financiar a la Iglesia y a cuatro prohombres que crean riqueza, engordando nuestro PIB y nuestra renta per capita... Pero no olvidemos que lo fundamental es que ¡hay que echar a los socialistas!

Que la mujer no puede abortar... ¡que se joda la mujer! ¿A qué hemos venido a este mundo? ¿A disfrutar? No, señores, a cumplir con nuestros deberes. Si follas apechuga con lo que te venga, joder. La vida es lo que importa, aunque sea una mierda de vida. Y miren todos esos enfermos, todos esos homosexuales que pretenden manchar el sagrado sacramento del matrimonio con sus desviaciones (sexo sin reproducción, ¡qué repugnancia!)... Estos socialistas, además de mangantes y prepotentes, han tratado de destrozar nuestra civilización con la milonga de los derechos y la igualdad, y menos mal que lo hicieron tímidamente, con cuatro cositas que aún se pueden arreglar. ¡Que vuelvan los crucifijos a las aulas, que regresen las catequesis, los catecismos y los sacerdotes a nuestras vidas!

Lo que jode realmente es esa gente que se dedica a complicarlo todo, a darle vuelta a las cosas como si las cosas no estuvieran claras, en vez de dedicarse a vivir la bonita rutina diaria, aceptando que quienes saben de todo esto son los políticos, y los de derecha particularmente, gente seria, bien vestida, rica, con estudios, con buenos modales, con oratoria, amigos de sus importantes amigos, gente que sabe lo que nos conviene. Y para eso hay que echar a los socialistas, señores, y si hay que votar al PP, aunque seamos unos jodidos tiesos, ignorantes y cobardes, y tengamos que Forgestraicionar las ideas y los esfuerzos de tantas y tantas personas que dieron su vida por la democracia y por la libertad, pues hay que hacerlo. Ya se acabaron las ideologías, y de paso también las ideas... ¡Cuánto daño han hecho las ideas! La revolución suele ser sucia, y perturba a los esclavos, los aparta de la televisión. Y digo esclavos en masculino, porque las esclavas (del Señor) deberían ir comprendiendo que su lugar está en casita, criando a sus hijos. ¡Así verán como baja el paro! Y si hay que construir una carretera por el Coto Doñana, pues se construye, joder, ¿o van a ser más importantes los linces que los empresarios? Si el problema es que con la democracia los tiesos nos hemos creído que todo el monte es orégano. Hemos jugado a ser ricos, y ricos sólo pueden ser unos pocos, oiga. Y aún más, hemos jugado a ser poderosos, hemos intentado extraer consecuencias de esa frase tan ingenua: la democracia es el poder del pueblo. ¡Ja! ¿No nos damos cuenta de que cuando el pueblo manda lo que único que se produce es desorden? Hasta el PSOE ha entendido que una educación de mierda tranquiliza a la gente, la despreocupa, la hace más manejable, sí, pero siempre por su bien. A ver, ¿no nos basta con votar? Entre elecciones debemos atender a nuestros asuntos de tiesos, a nuestras cervecitas, nuestro fútbol, nuestra parienta cuidando de la casa y enfrascada en la novela, y nuestra lucha diaria, que quien no lucha no quiere a su país ni quiere a su madre.

En fin, hay tantas cosas que arreglar, tantos ámbitos en los que nuestra sociedad ha abandonado la senda gloriosa de otros tiempos, tantos dislates que reparar. ¡Qué ilusionante el nuevo proyecto del PP! Los tiesos debemos echar inmediatamente a los socialistas, porque quién te dice a ti que pensando y pensando no sufrimos una hernia en el cerebelo y acabamos (¡qué mal gusto!) cayendo en las verdades del barquero...

Amas de casa y trabajadores, votemos por el PP para recuperar España y poner de una vez a la jodida democracia en su sitio. No sintáis vergüenza por votar a un partido que no ha condenado aún una sangrienta dictadura. Gritad conmigo: ¡Viva España, joder, viva España!

20 comentarios:

Sir John More dijo...

Doña Perse... A sus pieses... :-p

Andrés dijo...

:-D

Francesc Cornadó dijo...

Pandilla chorizos, todos, todos.
Salud
Francesc Cornadó

Sir John More dijo...

Pero eso, Francesc, con ser terrible, no es lo peor. Lo peor es que el bendito pueblo esté más que convencido de todas las mentiras que los chorizos nos largan. Poquita solución tiene la cosa, al menos en unos cuantos años... Abrazos.

Luis López dijo...

No creo en los políticos. Es más, la política es algo muy importante como para dejarlo en manos de los políticos.

Sir John More dijo...

Por eso, Luis, la gente, en esta democracia tan pobre, debe intervenir. Lástima que todo esto esté previsto por los políticos, que a través de la educación y, sobre todo, de los medios de comunicación y del ocio, consiguen que todos pasemos de política. Un abrazo.

Luis López dijo...

Por suerte para los que nos consideramos progresistas el partido fascista por el que te has postulado lo tiene jodido. Otra vez será. compañero¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Sir John More dijo...

Oye, oye, que yo no me he postulado por el partido fascista... Después de dar un grandísimo suspiro de alivio, pienso que todo es muy triste, porque quienes perderán serán los de siempre, bastante menos que lo que habrían podido perder, pero seguirán perdiendo los de siempre...

Luis López dijo...

Contestaba al personaje, a la caricatura que hiciste en tu post. Por supuesto que a ti, como persona, te tengo cariño, respeto y admiración. Un saludo, compi.

Sir John More dijo...

:-))) Llevo unos días en que, entre una cosa y otra, hasta se me está olvidando leer... Abrazos.

Anónimo dijo...

Tú te sabes un poco tonto ¿verdad? Un poco nada más, pero lo suficiente para no haber llegado nunca a nada. No sé, pero me da que eres funcionariete y que todo el tiempo que dedicas a tus bobadas lo haces a costa de las costillas de los ciudanos. ¿Me equivoco? ¡Ay, ay, ay!

Sir John More dijo...

Por supuesto, Anónimo, no mereces respuesta.

carmen dijo...

Pero Sir, si ya no se puede uno ni enfadar. ¿No te das cuenta? Si nos rescatan, ya sabes. Solo tienes que mirar a Grecia y Portugal. Y si nos salimos, si damos un golpe en la mesa y decimos: "Se ha acabado", nos quedamos con una mano delante y otra detrás. ¿Qué hacemos? ¿Perdonamos a todos los chorizos para que traigan de nuevo su dinero? ¿Cambiamos el color de los billetes para que no trajinen con nuestras vidas?
Estoy peor que tú.
Ah, y recuerdos a anónimo por lo del "funcionariete" El pobre no se ha enterado de nada.
Si a los "funcionarietes" de Hacienda nos dejaran trabajar tranquilos sin ser dirigidos por políticos, otro gallo cantaría.
Y a mí que en el fondo me da pena el hombre. me refiero a anónimo.

Sir John More dijo...

Sí, Carmen, y creo que vuelve a la carga en otra entrada... Paciencia...

Anónimo dijo...

Sí, sí, no me entero de nada y doy pena. Pero el tal Sir John financia todas las paridas que escribe a costa de los pagamos impuestos, que no nos enteramos de nada y que damos pena. Este país lo que necesita es despedir, pero ya, a funcionarios como éste. ¿Cuánto nos cuesta este señor sentado enfrente del ordenador que utiliza en el trabajo y mandando incongruencias a su blog? ¿Queréis que os haga la cuenta de lo que cuesta la vida laboral de un tipo así, tomándonos el pelo día tras día?

Sir John More dijo...

Tonto, no soy funcionario, aunque tú sí eres un cobarde. Cuéntale a todas estas personas que crees que te leen quién eres. Empieza por ahí, y por enterarte dónde estás de pie. La próxima tontería te la borro.

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja. He acertado de pleno. Ahora toca insultar y amenazar con la censura. Ja, ja, ja. ¡Cómo me gustan estos tolerantes zapateristas!

Anónimo dijo...

Y tú eres muy valiente. ¿Por qué no nos cuentas a todos, con nombres y apellidos, quién es el tal Sir John More? Ja, ja, ja.

Sir John More dijo...

Joder, qué susto, por un momento pensé que eras un asesino en serie, pero sólo te jodió el artículo contra los fachas. Bueno, bueno, ya está, tranquilo. Te borraré y ya está.

Luis Tavera dijo...

Claro, claro, hay que censurar a los que no opinan como tú. Ahora has quitado la posibilidad de que un ánonimo mande comentarios. ¿Pero tú nos vas a decir tu nombre y apellidos para que podamos comprobar que no eres un funcionario cara dura? A mí no me jode tu artículo, a mí lo que me jode es la cantidad de jetas que hay por el mundo.