jueves, 26 de agosto de 2010

Alegría y actualidad

Sabina cartel Sabina tiene voz de sobaco, perdonen que insista. Viene al caso la reiteración porque esta mañana, en uno de esos accesos matinales que uno cree de lucidez, acertaba yo a distinguir dos de las principales causas por las que la música (y tal vez otros tipos de arte con ella) padece hoy día de tantos males: la alegría y la actualidad.

Sí, amigas y amigos, lo suyo, también en música, es estar alegre y ser actual. La alegría se demuestra con una mente abierta, con unos ojos optimistas que buscan las mitades llenas, con una conducta conciliadora que evita la crítica ácida y la destrucción del buen rollo. La alegría es lo que le falta a ese individuo que, en medio de la algarabía general, desentona con sus objeciones, con sus reparos disonantes. La alegría es siempre avanzar hacia delante, no detenerse nunca en este detalle o el otro: ¿lo estamos pasando bien? ¿Nos une esta indiscriminada superficialidad? Entonces, ¿para qué estropear el asunto? Dejémonos de monsergas, de demorarnos en el tejido de las melodías, en ese supuesto valor de las obras de arte. ¿Cómo se pueden equivocar tantas mosc… perdón, tantas personas? En este carnaval especialmente contento florecen, entre otros bichos, esa ralea especial de entendidos enciclopédicos, cuya altura intelectual se ve grandemente favorecida por la producción indiscriminada de basuras musicales, cada una de ellas con su aquél y con su cosa. La profusión de información oculta en ellos una absoluta falta de implicación emocional en el asunto, aunque en el fondo, ¿qué mas implicación que esa que nos venden las distribuidoras? ¿Es que acaso cuando uno escucha seis veces al día, en seis sitios  diferentes, los compases del Waka Waka, uno no siente cómo cada cuerda de su alma vibra al ritmo de esa gran mujer y mejor waka-wakaartista? ¿Es que Sabina no cumple a la perfección la necesidad que todos tenemos, en determinados momentos, de cambiar el Waka Waka por una música intelectual, que nos haga sentir filosóficos y encantadores, aunque sea con una música digna de Torrebruno y esa voz insoportable…mente original… de sobaco?

No sé si lo han vivido, pero al individuo melindroso suelen preguntarle: ¿escuchaste el último disco de Fito y Fitipaldis? El citado individuo, asquerosamente elitista, responde negativamente con una expresiva mueca de desagrado. Es el cenizo, el que se queda fuera de la fiesta, el que será incapaz de vivir el concierto de Fito y sus amigos, el triste. ¿La música? ¿Acaso no debe servir para alegrarnos la vida?

Además, este individuo es inactual, está desfasado, no navega con los tiempos. Sus gustos ancestrales son eso, prehistóricos, y por definición gastados y superados. Y sus vanguardias presentes pecan, ay, de silenciosas, y por tanto no existen, puesto que para poseer hoy día un certificado de existencia artística uno necesita, sine qua non, un chorreo de adhesiones alegres y emocionadas, además de un número de horas mínimo de vuelo por las múltiples emisoras musicales del dial, y de ser posible un anuncio contratado en los informativos de alguna cadena de televisión, o en las páginas del alegre y actual suplemento cultural de algún periódico de tirada nacional.

Moraleja: sea usted alegre y actual, joder. No se me tome tan a pecho las cosas…

16 comentarios:

Ruth dijo...

Me encantan tus entradas sobre música. Completamente de acuerdo en lo de la voz de sobaco, aunque creo que mis gustos me pondrían en tu lista negra. Pero oye, escucho música indie de esa que no conocen más que en la casa de los músicos a la hora de comer. Gafapasta que es una...

Sir John More dijo...

Y yo encantado de que te encanten estos exabruptos míos. Dos comentarios al tuyo: no tengo lista negra de oyentes, aunque pienso que hay oyentes a los que les interesa la música (y además de alegres y actuales quieren seguir descubriendo, hacia delante y hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo) y otros a los que no les interesa la música (sólo la alegría, la actualidad y el buen rollito indiscriminado), pero cada cual es muy libre. A mí, como dije el otro día, hubo un tiempo en que me gustó Camilo Sesto, y bueno, incluso entonces creo que me interesaba la música. Y el segundo comentario: los movimientos musicales suelen ser reales cuando tardan decenios, siglos en ser identificados. La obsesión (no tuya, general de la sociedad) por la actualidad y por la diferencia pone nombres distintos a músicas bastante parecidas. He escuchado a varios grupos indies y, lo siento, su música me parece poco elaborada y con mucha, mucha pose. Lo que no quita que el fenómeno indie, así trascendiendo de la música, no pueda ser interesante, pero musicalmente hay, en mi opinión, mucho chimpón en su base. De todos modos, lo que te decía antes, y sin intención de hablar desde la experiencia del abuelo, porque me encanta tener muchísimas cosas que descubrir en la música, y muchas veces de gente mucho más joven que yo, lo que te decía antes: cada uno lleva un paso y se encuentra en un lugar concreto de esta aventura que es entender y disfrutar de la música. Lo importante es caminar, no llegar a ningún lugar para elegidos. Besos.

Luna dijo...

Me gusta no ser elitista con la música.
Me gusta toda.Unas mejores y otras peores.

Me gusta oír la voz de Sabina. Fito me gusta muchísimo, aunque no me gusta en conciertos.

Y sin lugar a dudas, tus sonidos de la luna me emocionan y me evitan cambiar de disco.

¿ No se debe decir que gusta otro tipo de música?
A mi desde luego no me importa decirlo donde sea. No me acomplejo, ni me siento inferior por ello.


¿ Has escuchado alguna vez a Salif Keita?

Besos vacacionales

Sandro dijo...

Sigo desaprendiendo...

http://www.youtube.com/watch?v=h4AA6EuZe-k

Luna dijo...

Salif Keita



http://www.youtube.com/watch?v=eAZF_uKqxtQ

Sandro dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=cTwugDonGfs

http://www.youtube.com/watch?v=u8YxtVDbt1A

Sir John More dijo...

De cuestiones técnicas musicales, como de armonía, de composición, de disonancias y consonancias entiendo poco o nada, y lo cierto es que ahí me dejo guiar por el instinto. La música africana tiene sonidos extraños, y por tanto frescos para nuestros oídos occidentales, pero no he escuchado mucha música africana que posea un grado de desarrollo mínimo, una complejidad suficiente para que no llegue a cansarme. El hermano inteligente y artista del monstruo de Bonney M, el fumadísimo y cabreadísimo Fela Kuti tiene pinta de ser un intento de avance sobre esos temas repetitivos a los que nos tienen acostumbrados los africanos, y Bassekou Kouyate & Ngoni Ba también ponen un poco de su parte, al menos en la intervención de los instrumentos. Oumou sangare ya pertenece a otro subfenómeno africano: la fusión entre la música pesadísima africana con la música pesadísima (disco) occidental. Estos últimos no me gustan mucho. Es casi como si oyésemos jotas aragonesas pero del Serengueti, y pasadas por las manos de un DJ algo anticuado. La verdad es que los ritmos africanos deben soportarse mucho mejor en trance, se consiga por brujería o por ingestión de sustancias variadas. El Salif Keita de Luna, a la que realmente he echado mucho de menos, me parece que peca de lo mismo: punteíto de guitarra (o lo que sea) simpático, y ahí van varios minutos del descubrimiento.

Eso sí, todas éstas son sólo mis opiniones, y me parece la mar de bien que a la Lunita cascabelera le guste el cascajo Sabina y que lo diga, y que le gusten los patitos Fitos y que lo diga, y que lo lleve a gala. Estaría bueno... Es como al que le gustan las hamburguesas del Mcgoofy, la libertad es lo que tiene... :-p

Besitos pa los dos.

Sandro dijo...

Ya ves, hay gente de por ahi que se cabrea porque tiren a su madre de 80 años por unas escaleras...

Sir John More dijo...

Con lo bonita que es la libertad...

A dijo...

Caramba, y yo que creía que yo era elitista... populista soy, al lado de otros.
Pos lo mío es más peor. A mí, la música me interesa muy poco. ¿Era Napoleón el que decía que es el menos desagradable de los ruidos? En general (hay excepciones, en momentos, intérpretes y circunstancias), prefiero el silencio.
Y las palabras.
Me va a castigar Dios.

Sir John More dijo...

La verdad es que no me preocupa mucho, pero parece que al final pasaré por elitista. Si mi supuesto elitismo viene por la pequeñez del elenco de los elegidos (valga la reconfibulostancia), lo cierto es que la variedad y número de los que me gustan es tan amplia que el adjetivo se torna con ello completamente absurdo.

También lo sería si el elitismo que al parecer me adorna se basa en que esos elegidos son de difícil acceso para los mortales, porque ninguna de las músicas que me gustan (vive el cielo) son difíciles de conseguir, ni se esconden en inaccesibles círculos masónicos.

Hay una tercera posibilidad: que el elitismo mío consista en la elección misma, y en el descarte de ciertos cantamañanas que son escuchados urbi et orbe y por tirios y troyanos. Entonces el mundo estaría lleno de elitistas, aunque haya siempre gente (benditos ellos) que puedan disfrutar de cualquier cosa.

De todos modos, a ver si me entero de si finalmente soy elitista, porque ya puestos lo mismo lleno el blog de citas en distintos idiomas, o de descripciones técnicas indescifrables, que los elitistas, cuando nos ponemos... ¡Ni Dios!

Besos. Elitistas, por supuesto.

A dijo...

Me refería, milord, al tono de sus críticas.
Y besos.

Luna dijo...

Apreciado Sir:
La diferencia entre usted y yo es que usted es cosmopolita y yo soy cosmo-paleta.

Besos

Jezú, que caló hase en su tierra...

Sir John More dijo...

Uy yo con tono elitista... Uy yo cosmopolita... Uy en mi tierra calor... Anda, mujer...

La de Merimé respirando dijo...

Como ya dijo otra gran artista musical, que seguro te encanta; "No cambie, no cambie, no cambieee.." ;P

Lo de Camilo Sexto que confiesas en el primer comentario, juraré no haberlo leído nunca.

(No sé porque no vengo más, querido Sir John, me mondo.)

Beso.

P.D. Sigo siendo Respi, pa los amigos. No te dejes influenciar por el título, he vuelto, pero en recopilatorio, de momento.

Sir John More dijo...

Respi, hija, cuánto tiempo, me alegro de saludarte y de que te lo pases bien con mis cosas. Y lo de Camilo Sesto, hija, yo era muy pequeñito. Te animo, si no lo has hecho ya, a leer la última entrada en mi blog http://levangelio.blogspot.com, donde se aclaran más estos gustos.

Un beso, y espero verte mucho más por aquí. Yo también prometo pasar más por tu blog, aunque últimamente estoy de un vago...