viernes, 13 de mayo de 2011

Protección, ayuda y consuelo

Sevilla 02 Sevilla es una ciudad hermosa e insoportable. Rebosa de rincones seductores y sus calles son accidentadas y fatigosas. Naranjos, plátanos, paraísos y jacarandas se alzan florecientes en aceras en las que una alfombra de mierdas de perro y la proliferación de ciclistas ponen difícil el paseo. Sevilla, capital mundial de la gracia y el salero, sacra guardiana de la tradición, de veranos imposibles, arrasados por el fuego solar, y primaveras cortas e intensas en las que de veras se convierte en uno de los lugares más intensos del mundo. Sevilla, madriguera fundamental del enterao, donde hasta el más borrico pontifica con aplastante suficiencia, donde la historia se escribe con los asombrosos desechos de la ubicua vanidad, que campa especialmente a sus anchas entre los machotes próceres de una cultura tautológica y tauromáquica.

En esta Sevilla, el más que ilustre Colegio de Abogados cede cada año su bastón de mando a una de las múltiples hermandades sevillanas. Este año le tocó a la Hermandad del Silencio, y el Decano de los abogados, en un acto al que asistió la Junta de Gobierno del Colegio, autoridades judiciales y letrados sevillanos (sevillanísimos), y ante el paso de la Virgen, aprovechó para pedir “protección, ayuda y consuelo para cuantos padecen persecución a causa de las injusticias de éste mundo”. El mismo Colegio establece en sus estatutos lo siguiente:

“El Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla es aconfesional, si bien por secular tradición tiene por Patrona a la Santísima Virgen María, en el Misterio de su Concepción Inmaculada”.

Cierto ingenuo colegiado, de nombre José Antonio Bosch, considerando que su colegiación es obligatoria y deseando que su colegio profesional sea realmente aconfesional, ha denunciado el colegio abogados hecho a los preceptivos niveles de la Administración de Justicia, hasta tener que pedir amparo a un Tribunal Constitucional que en los últimos días se lo ha denegado. El tribunal responde que tener de patrona a la Virgen misteriosamente inmaculada no vulnera la aconfesionalidad del Colegio de Abogados. Define a la Virgen como un “signo de identidad (...) integrado en el conjunto del tejido social”, signo que trasciende su significado religioso. Además, le recuerda a este buen hombre que todos respetamos el domingo como festivo, y que soportamos montones de símbolos cristianos en la mayoría de nuestros escudos, himnos, banderas... ¿Y los nombres de los pueblos, y nuestros mismos nombres? Y añado yo: ¿qué hay de los Reyes Magos y la Navidad? Si cuando prohibieron los símbolos religiosos en las aulas ya lo dije yo: valiente tontería, oiga, que la tradición es la tradición, joder... ¿Y la música religiosa, y los monumentos religiosos, y los frailes poetas y los místicos pasionales, y la Blanca Paloma...?

El Tribunal Constitucional añade que “sobre la valoración individual y subjetiva de su significado [del patronazgo de la Virgen], debe prevalecer la comúnmente aceptada, pues lo contrario supondría vaciar de contenido el sentido de los símbolos".

Ante esto, el decano del Colegio de Abogados, José Joaquín Gallardo, dice que la sentencia es "respetuosa con la tradición cristiana de buena parte de la sociedad española", y con el hecho de que el Colegio se crease tres siglos atrás, bajo el patronazgo de la Virgen, "como cofradía para socorrer a los abogados más necesitados y darles sepultura cuando fallecían". Se le olvidó aclarar si el Colegio seguía desarrollando semejante labor...

forges_darwin_juez Pero esperen, esperen, porque el díscolo demandante pretende llegar hasta el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, aunque el previsor tribunal Constitucional le recuerda que Estrasburgo ya puso en su sitio a otro díscolo personaje, esta vez italiano, que pedía que se eliminaran los crucifijos de las escuelas, aduciendo algo muy parecido a lo que aduce ahora el Constitucional: “la percepción subjetiva del reclamante no basta por sí sola para caracterizar una violación del derecho invocado”. Así que, a partir de ahora, a cualquier intento de cuestionar el pasado se le llama “percepción subjetiva del reclamante”. Como se enteren Rajoy y sus secuaces andamos listos...

Lo curioso es que el Constitucional añade que la Inmaculada forma parte de esos símbolos religiosos que "han pasado a ser predominantemente culturales, aunque eso no excluya que para los creyentes siga operando su significado religioso". Y a esto añade que el reclamante no ha sido obligado a asistir a los actos religiosos organizados por su Colegio (sólo tiene que pagar las eucaristías y los homenajes virginales, pero no tiene por qué asistir a ellos), y que en su recurso de amparo no ha demostrado que la invocación a la Virgen haya afectado al “ámbito íntimo de sus creencias”. Je, je, qué cachondos...

España, con Polonia e Irlanda, es una de las tres patas fundamentales del Catolicismo, y Sevilla la perla brillante de la cristiandad. Cuanto más casposa, más brilla la sevillanía compensando la truculencia oscura de las tradiciones religiosas de la meseta, complementando el recogimiento pecador de otras regiones con su pasión santera y churrigueresca, con el cachondeo de capilla y la vanidad objetivísima de los enteraos religiosos. Por cierto que todos los que nos piden el voto, todos, comulgan con esta sevillanía milenaria, así que seguramente el domingo de marras me quedaré en casita dándole vueltas a mis percepciones subjetivas...

4 comentarios:

trimbolera dijo...

Me ha gustado, si señor ... ¡Anda que no va a ser difícil separar el agua del rio que está ya en el mar!

Sir John More dijo...

Sí, Angelines, aquí en Sevilla deberán pasar siglos hasta que la gente entienda que las cuestiones religiosas son particulares y que no se puede imponer a nadie una religión. Y mucho menos que la ley y la convivencia debería estar siempre por encima de las creencias particulares... Y mira que me cuesta decir esto, porque las leyes... Uy las leyes... ¿Qué te voy a contar yo a ti?

Besos.

Francesc Cornadó dijo...

Que no se preocupe el colegiado, pues los colegios profesionales tienen los días contados (por lo menos la colegiación obligatoria)son asociaciones corporativistas, trasnochadas que no caben en este mundo global dominado por los chorizos de Club Bildeberg. Los colegios profesionales, por más advocaciones marianas que tengan, tendrán que cerrar el chiringuito, donde unos viven de la sopa boba y a costa de los profesionales colegiados.

Salud
Francesc Cornadó

Sir John More dijo...

La Santísima Virgen María en el Misterio de su Concepción Inmaculada te escuche, Francesc... Un abrazo.